¿Se nace gay? Esto dice la ciencia genética sobre la orientación sexual de las personas
¿Existe un “gen gay” que determina la preferencia sexual de una persona desde su nacimiento? La ciencia responde a esta pregunta
José Andrés VelázquezDesde hace algunos años la evidencia científica mostró que las preferencias sexuales de las personas son influidas por la genética. Esto es sin importar si prefieren compañeros masculinos, femeninos, o ambos.
Una de las principales evidencias de cómo la genética influye en las preferencias sexuales es la de un estudio que encontró que es más probable que estas serían iguales en parejas de gemelos idénticos que en los no idénticos, quienes a diferencia de los primeros sólo comparten un 50 por ciento de composición genética.
En palabras más simples, es más probable que dos gemelos idénticos con tengan la misma preferencia sexual que su hermano o hermana, ante los no idénticos, quienes podrían tener preferencias sexuales distintas en la mayoría de los casos.
Si bien se sabía sobre la influencia genética en la preferencia sexual de una persona, en realidad no sabían cuál era el gen responsable. Esto fue uno de los principales obstáculos para entender más sobre el tema.
¿Hay un “gen gay”?
En 1993 se llevó a cabo un estudio que encontró que la preferencia sexual masculina estaba afectada por un gen particular que formaba parte del cromosoma X. Sin embargo, una investigación posterior no pudo replicar el descubrimiento, mientras que más revisiones encontraron resultados diferentes.
No fue sino hasta 2019 que otro gran estudio pudo aproximarse mucho más a la verdad. Finalmente conoceríamos si existe o no un “gen gay”.
El equipo de investigación publicó sus resultados en la revista Science. La respuesta fue contundente: no hay “un” gen gay; en realidad son muchos.
“Lo que encontramos es que no hay un ‘gen gay’. En vez de eso, hay muchos, muchos genes que influyen en la probabilidad de que una persona tenga compañeros del mismo sexo”, explica el director de la investigación, Brendan Zietsch.
Según el especialista, cada uno de los genes que influyen en la preferencia sexual tienen un efecto muy pequeño a nivel individual. Sin embargo, la influencia se potencia cuando se combinan.
“Pudimos estar estadísticamente seguros sobre cinco posiciones específicas del ADN. También pudimos decir con alta confianza que hay cientos o miles de otras posiciones que también desempeñan un papel, aunque no pudimos precisar dónde están todas”, detalló.
Además, algunos de los descubrimientos también arrojaron luz con respecto a la influencia de la genética en la preferencia sexual masculina y femenina. El equipo de Zietsch encontró que los comportamientos del mismo sexo es diferente en hombres y en mujeres.
“Lo más probable es que haya genes que predisponen a una atracción hacia el mismo sexo y genes que predisponen a una atracción hacia el sexo contrario, y que estos varían independientemente”, agregó el investigador.
¿Cómo se realizó este estudio?
Para obtener sus resultados el equipo de investigación usó datos usados para proyectos mucho más grandes. Esto incluía datos de ADN y respuestas a cuestionarios de participantes en Reino Unido (como parte del estudio UK Biobank) y Estados Unidos (de clientes de la empresa de tests de ancestros 23andMe) que consintieron en responder preguntas sobre su sexualidad.
En ambos casos, las personas voluntarias reportaron si habían tenido alguna vez un compañero sexual de su mismo sexo.
“Por resumir, el siguiente paso fue probar en cada posición si una letra era más común en los participantes que hubieran reportado haber tenido compañeros del mismo sexo que en aquellos que no”, explicó Brendan Zietsch.
¿Un gay nace o se hace? Esa no es la pregunta, ¿a quién le importa?
Brendan Zietsch escribió que normalmente la gente busca respuestas en blanco y negro con respecto a temas complejos. En consecuencia, tras la publicación del estudio esperaban que el público reaccionara en uno u otro extremo.
“ ‘¿No hay un gen gay? ¡Supongo que no es genético después de todo!’ o ‘¿Muchos genes? ¡Supongo que las preferencias sexuales están fijadas genéticamente!’. Ambas interpretaciones son erróneas”, abundó el investigador.
La conclusión del estudio es, en esencia, que las preferencias sexuales están influidas por los genes, pero estos no la determinan. “Incluso los gemelos genéticamente idénticos a menudo tienen preferencias diferentes”, escribió Zietsch.