En conmemoración del 12 de diciembre se realizaron acciones performativas como muestra al desacuerdo sobre puntos de vista que el gobierno de la llamada “Cuarta Transformación” adopta ante sus artistas mexicanos.
Guadalupe Lobos, Alejandro Chellet, Arturo Anya Villalobos y Catalina Navarrete, con un modesto equipo técnico, tomaron por escenario el puente peatonal del Parque Mariscal Sucre, en la Ciudad de México, para manifestarse y recordar que la modernidad de la sociedad sincrética ignora cada día más a la deidad del México prehispánico, Tonantzin/Coatlicue, cuyo culto se ha mermado entre generaciones.
“La urgencia de priorizar la importancia del pensamiento artístico es vital para las transformaciones que está teniendo nuestro territorio, regresarle la fuerza a la tierra, que en su fruto nos sustenta y da vida, pero que bajo el aislamiento urbano, explotamos sin perspectiva de las consecuencias”, dijeron los artistas.
La instalación performativa contempló un código QR en el vértice de la avenida Col. del Valle y Amores, además de un frente a cada lado de División del Norte. La obra matérica del tzompantli 2020, hecho con cruces y cabezas de muñeca, y el residual del telar blanco-platinado intervenido con el amarillo del curry, fueron confiscados por alguna autoridad local, dicen los artistas, por lo que solicitan su devolución, ya que su valor es inasequible de reponer.