Un informe del Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE, por sus siglas en inglés) dio a conocer sus escenarios ante la evolución del COVID-19 y su variante Delta, la cual ha provocado el aumento de la letalidad en el mundo.
Y es que pese a que consideraron un escenario positivo, la realidad es que los tres restantes son noticias graves pues se considera que el COVID-19 evolucionará en formas más agresivas.
Para ellos, es “improbable” que el virus se llegue a erradicar y, de cara al futuro próximo, se ofrecen cuatro alternativas de reacción de las diferentes dosis a las nuevas mutaciones del coronavirus.
“Las recomendaciones y comentarios hechos por el SAGE nos llevan a la simple realidad: que aún no hemos derrotado este virus”, afirma la política británica Philippa Whitford, en declaraciones que recoge el diario Daily Mail.
Primer escenario: uno de cada tres contagiados podría fallecer
El primer escenario planteado por este grupo de expertos se caracteriza por que haya una nueva variante que sea más letal que las existentes y alcance una parecida a la del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), que es que uno de cada tres contagiados podría fallecer. Consideran que se trata de un escenario “probable y realista”.
La causa sería mutaciones genéticas, recombinaciones o una alta circulación del virus. Para ello proponen reducir la transmisión del virus, minimizar la introducción de nuevas variantes procedentes de otros territorios o la vacunación de animales.
Segundo escenario: la variante escapa de la inmunidad de las vacunas
Este segundo escenario habla de que la variante sea tan potente que escape de la inmunidad que proporcionan las vacunas actuales, algo que afirman que ocurrirá “casi seguro” con un impacto medio.
Para evitarlo, plantean que se vuelva a vacunar a los más mayores y en situación de riesgo, realizar ensayos para poder combinar vacunar y continuar con el desarrollo de medicamentos contra el virus.
Tercer escenario: variantes inmunes a los tratamientos antivirales
El siguiente escenario plantea algo similar al anterior, refiriéndose a los tratamientos antivirales en general y a que las nuevas variantes que vayan surgiendo sean inmunes. Sobre esto, se valora como algo “probable” en caso de que no se administren bien o no se usen los antivirales.
Los expertos hablan de combinar varios medicamentos en función del objetivo, usarlo los tratamientos con precaución y en casos de riesgo o llevar a cabo una vigilancia y un análisis especial para detectar errores.
Cuarto escenario: caída de la virulencia del coronavirus
Es para ellos “poco probable en el corto plazo” pero “realista en el largo plazo”, y se trata de que el coronavirus tenga una dinámica negativa y su virulencia caiga. Estamos ante el escenario más optimista y positivo de los cuatro. Solo se reduciría su virulencia, no su transmisión, pero esto supondría que afectaría únicamente a personas vulnerables y de manera puntual, es decir, como una enfermedad común “endémica”.