La humanidad ha llegado a un punto en que emite más CO2 a la atmósfera de lo que los bosques y océanos pueden reabsorber
Chile es el país que más demanda recursos naturales en Latinoamérica, y para abastecerlo se necesitarían 2.5 planetas iguales al nuestro
Cada año se realiza un estudio por la organización Global Footprint Network en el que se calcula la cantidad de tierra y océanos necesarios para aportar los recursos que requiere un persona para vivir, entre ellos: comida, transporte y cobijo, y además toma en cuenta las emisiones de gas que esto conlleva.
Todo lo anterior se conoce como “huella ecológica”, que es el rastro que dejamos en el planeta cada día.
De acuerdo con dichas investigaciones se dio a conocer que ¡ya nos acabamos lo que la Tierra tenía “destinado” para cada uno de nosotros y apenas inicia agosto!
Dicho de otra forma, estamos consumiendo y contaminando más rápido de lo que la naturaleza puede volver a crear (regenerarse) y limpiar en un año.
Problema creciente
Hace una década el Día del Exceso de la Tierra se situaba a finales del mes de septiembre, casi dos meses antes que este 2016, lo que sugiere que en los próximos años ese día se recorra cada vez más, pues la población mundial crece día con día a ritmo desmedido, según detallan la BBC Mundo y datos obtenidos de Global Footprint Network, organización que realiza el estudio.
Para realizar la extensa investigación se utilizan los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las estadísticas de los sectores pesqueros, energéticos, de transporte, manejo de bosques y emisiones de carbono (CO2).
Planetas necesarios si se viviera como:
• América del Norte 4.7
• Europa 2.8
• Medio Oriente 1.7
• América Latina 1.6
• Asia 1.3
Planetas necesarios si se viviera como:
• Luxemburgo 9.1
• Aruba 6.9
• Australia 5.4
• Estados Unidos 4.8
• Paraguay 2.4
• Venezuela 2.4
• Argentina 1.8
Huella ecológica
Está definida como el total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio de una determinada comunidad, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, sin importar la localización de estas superficies.
