SAW se hizo realidad: El hombre con una bomba en el cuello que tenía una misión (VIDEO)

Un repartidor de pizza llamado Brian Douglas Wells entró a un banco con una bomba en su cuello, la cual explotaría si no obedecía las órdenes
Carlos Ramírez Carlos Ramírez Publicado el
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Las películas de la saga SAW, El juego del miedo, en Latinoamérica, presentan la historia de un hombre, John Kramer, quien le coloca trampas a sus víctimas para que cumplan determinada misión a fin de sobrevivir; eso sucedió también en la realidad y quedó registrado en video.

¿Quién es Jigsaw?

En primer lugar, la saga SAW nos presenta a Jigsaw, un asesino serial quien es un ingeniero civil y que, tras la muerte de su esposa e hijo a manos de un ladrón, decide emprender la misión de poner a prueba a aquellos que no valoran su vida.

La vida de John Kramer, alias Jigsaw, era feliz hasta la pérdida de su hijo y esposa; luego le fue diagnosticado cáncer y su seguro no quiso cubrirlo debido al alto costo del tratamiento.

El origen del asesino serial

Agobiado por los hechos, John intenta quitarse la vida conduciendo hacia un precipicio y tirándose por él dentro de su vehículo; pero, asombrosamente sobrevive.

La ironía es que, para poder salvarse, se ve obligado a sacarse una barra de metal que atravesó su abdomen, acto que para él significa renunciar a la concepción de su propia vida que había construido a raíz de los recientes hechos y que interpreta como una señal.

John comienza a apreciar la vida e intenta que otras personas también lo hagan, para lo cual deberá ponerlas a prueba en situaciones límites, donde solo puedan salvar sus vidas sacrificando algo preciado para ellas, tal como le ocurrió a él.

Sobrevivir a las trampas

Las trampas de Jigsaw le son colocadas a personas que previamente estudió; mientras que personaliza cada una de ellas, a partir de su conocimiento en ingeniería, para que se adecuen al estilo de vida de sus víctimas.

Cuando SAW se hizo realidad

Un caso así se registró en Pensilvania, en el 2003, cuando un repartidor de pizza llamado Brian Douglas Wells entró a un banco con una bomba en su cuello, la cual explotaría si no obedecía las órdenes de quién se la había colocado.

La bomba en el cuello, de hecho, es una de las muchas trampas de Jigsaw en la ficción; pero, tiene el propósito de realizar algún sacrificio como cortarse un dedo para poder sobrevivir.

En la realidad, a Brian se le colocó esta trampa y se le dio una escopeta en forma de bastón con la misión de robar 250 mil dolares.

Pide ayuda (VIDEO)

Al salir del banco con el dinero, Brian Wells se encontró con la policía y les pidió ayuda pues explicó que tres personas le colocaron el artefacto cuando él había ido a entregar una pizza.

Sin embargo, era muy tarde, pues sus captores vieron su petición de ayuda por televisión y decidieron activar el dispositivo antes de que el escuadrón antibombas llegara a desactivarlo.

El dispositivo sonaba cada vez más fuerte y Brian suplicaba por su vida, la cual se apagó tras la explosión de la bomba.

El aparato explotó y Brian Wells murió al instante y frente a las cámaras de televisión nacional que grabaron en video todo lo sucedido.

Un plan elaborado

De acuerdo con The Mirror, la policía halló notas escritas a mano en el auto de Brian y se describía un plan en el que se le pedían ciertas instrucciones a modo de búsqueda del tesoro. El último paso era el robo del banco.

Si Brian conseguía cumplir con todos los pasos requeridos en la nota, Brian iba a poder desactivar la bomba, al igual que en SAW; sin embargo, la policía dedujo que era una farsa pues debido a la complejidad de la trampa nunca a iba a salir con vida.

¿Y los culpables?

Los nombres detrás del plan macabro fueron Marjorie Diehl Armstrong, William Rothstein y Kenneth Barnes, los primeros dos estuvieron comprometidos y él había llamado a la policía para denunciar que tenía a una persona muerta en un refrigerado.

Una de las hipótesis del caso es que Brian Wells estaba al tanto del robo porque había estado en contacto con el trío antes.

Hubo testigos que aseguraron ver al repartidor salir de la casa de Rothstein el día anterior.

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