Un estudio reciente, realizado por el doctor Joseph Ross de la Universidad de Yale en Estados Unidos, indica que a pesar de que todos los medicamentos son aprobados por las autoridades de salud estadounidenses, prácticamente una tercera parte de ellos resultan problemáticos años después, causando efectos secundarios y complicaciones imprevistas en quienes los usan.
Ross detalla que durante su investigación se examinaron 222 medicinas que son recetadas con frecuencia por los médicos y que fueron aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) entre el 2001 y 2010, para detectar cualquier complicación surgida en los años posteriores a su venta. Y 71 drogas resultaron “con problemas”, entre ellas están antidepresivos, anticoagulantes, analgésicos y antibióticos. Los problemas incluían irritaciones dérmicas, daños hepáticos, cáncer e incluso la muerte.
“Nos sorprendió que el porcentaje fuera tan alto y que haya incluido efectos secundarios ‘inadvertidos’ en el proceso de revisión”, explicó el doctor Ross, quien también es profesor de medicina y salud pública en la universidad. Los resultados fueron publicanos en la revista médica Journal of the American Medical Association.
Un ‘buen’ trabajo
Aunque la mayoría de los defectos no eran lo suficientemente graves como para sacar al producto del mercado, el estudio suscita interrogantes sobre el proceso de aprobación de remedios, explica Thomas Moore, experto del sector. Sin embargo, Ross considera que los resultados de sus análisis apuntan a que la FDA “más o menos está haciendo un buen trabajo” al escrutar los posibles efectos nocivos de que cada fármaco.
Y es que todo medicamento nuevo es sometido a prueba entre cientos o miles de personas, para evaluar su eficacia y seguridad, pero no están exentos de presentar reacciones adversas en los pacientes que los usan por períodos de tiempo extremadamente prolongados.
“Sabemos que cualquier defecto nuevo será descubierto una vez que el medicamento sea usado entre una muestra poblacional más amplia, es así de simple”, explica Ross. “El hecho de que el porcentaje sea tan alto indica que la FDA está trabajando arduamente para evaluar cada medicina y que cuando detecta un problema, lo publica”, afirma.
El estudio analizó datos sobre nuevos medicamentos que la FDA publicó en Internet y los avisos que la agencia luego difundió. En promedio, surgían problemas cuatro años después de la salida en venta de un producto.
La FDA dijo en un comunicado que examina los medicamentos incluso después de que salgan al mercado “a fin de identificar cualquier información que nos obligue a alterar el etiquetado”. AP detalla que la agencia indicó que revisará las conclusiones del estudio, pero no dio más detalles.
Drogas retiradas
Entre los medicamentos problemáticos estaba: Humira, para la artritis y otros padecimientos; Abilify, para la depresión y otros trastornos psiquiátricos; y Pradaxa, un anticoagulante. Bextra, un antiinflamatorio, fue retirado por riesgo de problemas cardíacos; Raptiva, para la psoriasis, fue retirado por riesgo de causar problemas nerviosos; y Zelnorm, para trastornos intestinales, fue retirado por riesgo de causar problemas cardiacos.