El consumir más de cuatro porciones semanales de carne procesada-la que ha sido sometida a curación, fermentación, ahumado o procesos para mejorar su sabor así como los embutidos-, incrementa los síntomas del padecimiento del asma, según un grupo de expertos del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia (INSERM).
Este nuevo hallazgo se suma a la alerta que lanzó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015 sobre que la ingesta de estos alimentos aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Zheng Li, director del estudio comentó a la revista Thorax “nuestro trabajo amplía los efectos nocivos de las carnes procesadas sobre la salud y ofrece un enfoque analítico sobre el papel del índice de masa corporal (IMC) en la asociación entre la dieta y el asma”.
De acuerdo con la investigación, el consumir cuatro o más porciones a la semana de estos alimentos aumenta los síntomas de la enfermedad hasta en un 76 por ciento. Entre ellos destacan: la “falta de aire” (disnea) y la sensación de opresión en el pecho.
El estudio fue realizado entre el 2011 y 2013 con una muestra de 971 individuos. De ellos, el 53 por ciento no experimentaron cambios, pues no superaron las cuatro porciones de carne procesada a la semana durante los tres años de la investigación, el 27 por ciento no consumió ni una sola ración de este tipo de comida y mostraron una mejoría en su padecimiento, mientras que el 20 por ciento restante, quienes consumieron más de las cuatro raciones recomendadas, empeoraron.
“En definitiva, comer carne procesada, y muy especialmente cuando se excede de las cuatro porciones semanales, conlleva un agravamiento de los síntomas del asma”, reafirmó Li para el medio especializado Thorax.
