Fran Straube es una multiinstrumentista, baterista, productora y cantante chilena que lleva poco más de tres meses de haber hecho de México su segundo hogar, lugar que define tanto con mucha luz como con obscuridad, pero con gente siempre alegre.
Con su proyecto musical Rubio se ha presentado en el Foro Indie Rocks y en el Festival Ceremonia 2023, espacios que agradece le hayan permitido acercarse al público mexicano, y que ahora, pueda llegar al Auditorio BB, este próximo 30 de junio.
“Chile es lo contrario a México; Chile es mucho más depresivo, más parco, tímido. He tenido que adaptarme a los tiempos, soy súper obsesiva y acelerada, acá todo es más pausado, entonces he soltado para sanar.
“Es un país nuevo, donde te encuentras con la soledad y cambios culturales, hay mucho aprendizaje y desaprendizaje; estoy entre observadora y en hacer aquí mi refugio. Vengo a compartir, escuchar y con ganas de que la gente conozca mi música, con el corazón abierto, humilde y sencilla para que el público pueda descubrirlo”, apunta Fran a Reporte Índigo.
Rubio llegará al Auditorio BB para tocar gran parte de su discografía y presentar Venus & Blue, tercer álbum que Fran trabajó desde el 2021. Este concierto, que empezará a las 21:00 horas, contará con las artistas invitadas Zemmoa y Renne Mooi, y Mare Advertencia como telonera.
Energía y pasión, así define Fran que será su concierto, por lo que invita a la gente a estar preparada para bailar y dejar su alma.
“Será un viaje sonoro muy bonito, Rubio en vivo tiene mucha fuerza y magia. Hay mucha sensación como que lloras bailando. Hay invitades muy lindos que van a cantar conmigo, estoy muy contenta de ese intercambio cultural y creativo con personas de acá. Habrá muchos visuales y una gran iluminación, que es algo característico de los shows”, remarca.
El camino hacia la dualidad
El disco Venus & Blue lo define más limpio, “sin una voz camuflada, como un destape” de libertad creativa.
En cuanto a la sonoridad, Fran describe que es muy distinta a lo que venía haciendo y de lanzar canciones como “Después de ahogarme” o “Buena suerte muchacha”, los cuales considera eran “muy emo”, agresivos y con tintes más electrónicos.
“Este disco viene con letras súper íntimas, como un rezo al cielo, algo muy íntimo, pero con una sonoridad súper fuerte. Viene súper variado. En Venus & Blue juego con estilos, desde la música clásica, hasta el new wave ochentero”, afirma.
Como su nombre lo remite, este álbum de 11 tracks expresa la dualidad y su equilibrio; por ejemplo, las canciones Venus son más luminosas, tranquilas y pausadas y las Blue más “dark y tecnoides”.
“Cada bloque es muy opuesto, se ha dado esa antítesis. Yo siempre le pongo el nombre al disco antes de inventarlo, porque me ayuda a imaginarme todo el concepto y netamente empezó así”, reconoce.
Como en todas sus producciones, Venus & Blue también contará con contenido cinematográfico, es decir, cada sencillo estará acompañado por arte y un video. Es el caso de “Tu olor”, sencillo que Rubio recién lanzó con un video dirigido por Cristian Pino Anguita.
Con una contraposición evidente entre la intimidad romántica de la letra y una sonoridad citadina y ruidosa, el estreno sirve de muestra ideal para lo que trae Straube entre manos: un álbum repleto de dualidades en lo estético, literario y musical.
“Me gusta porque es extraña”, asegura Fran sobre esta canción que nace inspirada como si se tratara de una carta de amor escrita a puño y letra, que se enfrenta a una musicalización más moderna y densa.
“En julio o inicios de agosto llegará el segundo single, que es muy distinto a ‘Tu Olor’. Al final es entretenido para mí compartir la música, porque siempre son sorpresitas, me preocupo y me ocupo mucho de darle mucho amor a las creaciones”, confiesa la chilena.
El cambio radical en su vida
Como gran parte del mundo, Fran describe el 2020 como el más grande de su vida. Cuando se declaró la pandemia, la artista chilena decidió refugiarse y vivir en la montaña, alejada de Santiago, Chile.
Esta experiencia de vivir entre la naturaleza le ayudó a enfocarse y direccionar su camino, personal y profesional.
“Me fui a vivir en la naturaleza, muy aislada, fue hermoso. Ya sé que hubo problemas muy intensos en el mundo, pero necesitaba un stop en el mundo, era muy necesario. Me hice muy consciente de lo que quería manifestar.
“También me encontré musicalmente y sobre lo que quiero compartir con la gente. Las canciones de Rubio son muy internas y creo que también ahí hubo un desahogo y una calma. Muchas canciones fueron creadas allá en la montaña”, comparte.
Fran supo desde pequeña que el universo sonoro sería su refugio; sin embargo, empezó como productora y baterista, sin saber que se dedicaría a ser cantante.
Por lo que define que llegar hasta este punto, y de haber sido vocalista del grupo Miss Garrison, ha sido paso a paso, pues, dice, “lo bueno se cocina lento”.
“Yo quiero ser anciana y seguir haciendo música, quizá y esté tocando con unos monos y ollas, quien sabe. Ojalá la salud me acompañe, tener 60 años y tocar el escenario, porque la música es parte de mi vida, una pasión, un desahogo, mi refugio. Me hace llorar, me hace agradecer estar viva”, detalla.
Y aunque quizá su propuesta musical no se posicione a nivel marketing o a nivel estratégico, ella prefiere estar en lo underground, pero siempre honesta y con su esencia.
“Nunca he tenido miedo de compartir mi proceso, escucho lo que hacía en Miss Garrison y es un cyberpunk, y digo, qué loco que a los 20 años estaba haciendo eso y ahora es tan distinto, y es muy linda la evolución. El pasado también es parte de mí y ver cómo he ido creciendo, también retrocediendo, avanzando ha sido muy bonito”, puntualiza Fran Straube.
El reconocimiento en México
Rubio, que acaba de ser premiada en Diosas de Plata por Mejor Canción Cinematográfica gracias a “Después de Ahogarme”, parte de la película mexicana La Caída, sigue experimentando con la construcción visual en su robusta trayectoria musical.
“Recién había llegado acá y tuve este reconocimiento, fue muy bonito, porque nunca había ganado un premio. ‘Después de ahogarme’ fue el primer score que hizo para una película, porque Rubio había sincronizado otras veces en series y películas, pero esto fue el score de cero.
“Es una canción muy catártica para mí, esas canciones que uno las hace en un día, como sin pensarlas tanto; a mí me para los pelos, me hace llorar”, cuenta Fran Straube.