Rosca de Reyes: Fonda Garufa comparte su receta especial

El maestro panadero de Fonda Garufa comparte la receta de este tradicional pan y cuenta lo que más le emociona del proceso de elaboración
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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Cuenta la historia que los magos del oriente Melchor, Gaspar y Baltazar viajaron hasta Jerusalén guiados por la estrella de Belén para adorar a un profeta recién nacido y llevarle ofrendas: oro, incienso y mirra. Para recordar aquel momento, actualmente, se parte la tradicional Rosca de Reyes.

El origen de este pan se remonta a la Edad Media, al siglo XIV, en países europeos como Francia y España; con la Conquista ésta llegó a México.

La rosca, normalmente, está hecha de pan dulce cubierto de fruta confitada, escarchada, seca o ate, y una costra de azúcar; sin embargo, el tiempo y los gustos de la gente han hecho que este alimento evolucione y ahora existan múltiples versiones.

Una de ellas es la tradicional rosca de Fonda Garufa, la cual está hecha completamente de costra de azúcar y no tiene fruta, ya que se dieron cuenta de que a mucha gente no le gustaba y todos preferían la parte de la costra.

“Está bien buena, porque la hacemos con amor buscando que sea una rosca diferente a las demás, sin fruta ni ate, pero con el proceso tradicional”, cuenta Brian, maestro panadero de Fonda Garufa.

La rosca tiene forma circular, lo cual representa para algunos una corona y para otros el amor infinito de Dios. Y justo darle esa forma y tamaño a la masa es de los pasos preferidos de Brian al momento de preparar una.

“También disfruto el horneado, porque es el paso antes de que salga la rosca. El ver cómo se va cocinando, agarrando color y cómo los olores se van desprendiendo me emociona mucho”, afirma el maestro panadero.

Más allá del tema religioso y de los significados que puedan tener cada uno de los ingredientes, Brian considera importante esta tradición por la fuerza que sigue teniendo para unir a familias y amigos a cortar un pedazo de pan y convivir.

Al interior de este pan se esconden figuras del Niño Jesús y, quien las encuentre, debe cuidarlas hasta el 2 de febrero, que se celebra el “Día de la Candelaria” y poner los tamales y el atole.

“En este restaurante llevamos muchos años haciendo esta receta y creo que ha sido un éxito por los ingredientes de calidad que le ponemos y el sabor que tiene. Son de primera calidad, así que es muy reconocida y nos dicen que está genial”, comparte el maestro panadero.

El maestro panadero Brian comparte la receta de la rosa de Fonda Garufa:

  1. El primer paso es colocar un kilo de harina de trigo en un tazón y agregarle 30 gramos de levadura fresca y rayadura de naranja (dos naranjas). Después siete huevos enteros y cinco yemas con 250 mililitros de leche. Batir todo
  2. Una vez mezclado, se le agrega esencia de azahar y luego sal al gusto. Debe estar todo bien mezclado, sino la sal puede “matar” la levadura.
  3. Después, se le debe colocar 300 gramos de azúcar refinada, se bate toda la masa hasta que quede como liga, y se le echan 350 gramos de mantequilla y se vuelve a batir.
  4. Cuando quede totalmente integrado todo, primero, tienes que darle forma de taquito, la estiras lo más que puedas y le introduces los muñequitos. Debes colocar un poco de harina en la mesa para que no se pegue. La masa pesará aproximadamente 800 gramos.
  5. Le das forma de rosca, la pones en una charola y la dejas reposar como una hora para que infle y dé su tamaño.
  6. Cuando esté inflada, la cubres con costra hecha de harina, mantequilla y azúcar. Luego la pones a hornear por 25 minutos a 140 grados. Y listo.

Fonda Garufa está en avenida Michoacán 93, colonia Condesa, Ciudad de México.

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