Llámame Moore, Roger Moore
Reseñas poco favorecedoras por su actuación como James Bond, una estatuilla al Oscar por su interpretación en ‘César y Cleopatra’, el siete de la suerte interpretando ese número de veces a Simón Templar en ‘El Santo’, entre otros filmes y series televisivas, no le fueron suficientes al actor para quitarse el estigma de un 007 poco convencional.
Capaz de reír sobre el asunto de ser un espía que todo mundo reconocía, Roger Moore se convirtió en el actor que más veces interpretó al Agente 007 dentro de una saga que sigue poniendo en aprietos a un inmortal llamado James Bond.
Azaneth CruzReseñas poco favorecedoras por su actuación como James Bond, una estatuilla al Oscar por su interpretación en ‘César y Cleopatra’, el siete de la suerte interpretando ese número de veces a Simón Templar en ‘El Santo’, entre otros filmes y series televisivas, no le fueron suficientes al actor para quitarse el estigma de un 007 poco convencional.
Capaz de reír sobre el asunto de ser un espía que todo mundo reconocía, Roger Moore se convirtió en el actor que más veces interpretó al Agente 007 dentro de una saga que sigue poniendo en aprietos a un inmortal llamado James Bond.
De vestimenta elegante y de coeficiente intelectual elevado, el agente encubierto con domicilio en Chelsea, Londres, se hacía vulnerable al encontrarse con el actor, pues Sir Roger Moore temía a su extraña forma de correr, a las escenas de acción y a su interminable miedo de sostener un arma.
Contaba la leyenda sobre Moore que el miedo a disparar un arma se debía a que su hermano lo hirió en una de sus piernas con un fusil cuando eran pequeños, motivo que hacía que los directores se desesperaran y que se atrasaran las escenas de filmación.
Además de ello, personas como su primer representante y algunos críticos de cine solían poner en duda su capacidad actoral.
“No eres tan bueno, así que sonríe mucho cada vez que salgas”, contaba Moore que le decía con frecuencia su primer agente, mientras que los críticos hacían lo suyo poniendo en duda su interpretación como Bond, pues hacía del elegante agente encubierto un personaje cómico y nada misterioso.
Respecto a la comicidad a la que se referían los críticos sobre la interpretación Roger Moore como el Agente 007, el actor recordaba en diversas entrevistas en el transcurso de los años: “Me gusta Bond, pero las situaciones que vive son ridículas. En teoría es un espía, pero todos saben que lo es”.
A pesar de haber realizado más de 50 películas, críticos del ámbito cinematográfico opinaron a lo largo de los años que Roger Moore ha pertenecido a ese grupo de actores a quienes el personaje les ha cobrado la vida.
Y aunque tuvo un amplio repertorio cinematográfico, Roger Moore seguirá siendo recordado como Bond, James Bond.
Más allá del Espía
El famoso espía británico vivió una vida normal (para ser celebridad), tuvo problemas amorosos e inclusive se llegó a cuestionar si se había atrevido a dar el “gran salto” de su vida.
Moore estuvo casado cuatro veces. A los 18 años contrajo matrimonio con la actriz Doorn Van Steyn. Se divorció y se casó con la cantante Dorothy Squires, quien le llevaba 13 años.
De esta relaciones, Moore dijo haber sufrido violencia familiar. La actriz Luisa Mattioli fue su tercera mujer y este matrimonio duró 25 años. Luego dejó a Mattioli por su amiga Kristina Tholstrup, con quien pasó sus últimos años.
De 007 a Sir Roger Moore
Roger Moore fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio británico, en 1999. Esto debido a sus labores filantrópicas con UNICEF. Y se unió a la larga lista de personalidades con esa condecoración, junto a Ian Mckellen, Anthony Hopkins, Paul McCartney y Elton John, Alex Ferguson.
Misiones con UNICEF
Algo poco conocido del Agente 007 fue su nombramiento como Embajador de la Buena Voluntad en agosto de 1991, con el que el actor británico se dedicó a combatir problemas mundiales y ayudar a niños de todo el orbe.
Como firme defensor de la población infantil en el mundo, Moore acudió a misiones en países como Costa Rica, Honduras y Guatemala, apoyando en temas relacionados con el VIH, lesiones en las minas terrestres y la deficiencia de yodo. En esta última, participó en la recaudación de 91 millones de dólares para la eliminación de la deficiencia de yodo en los menores.