Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable, es la música”, decía el escritor Aldous Huxley en uno de sus ensayos. Nada más apropiado para describir la consolidación de una de las bandas de rock más importantes en el país.
Molotov irrumpió públicamente en 1995 –formalmente hasta 1997 con su álbum debut, “¿Dónde jugarán las niñas?”– no solo en la escena musical del rock nacional, también lo hizo casi por casualidad en el escenario sociopolítico de México.
Tito Fuentes, Miky Huidobro, Randy Ebright y Paco Ayala le dieron música y letra no solo a lo inexpresable, también a un hartazgo que se había mantenido silencioso.
Y lo hicieron con la magia del ingenio mexicano para componer letras pegajosas a base del albur, groserías y buen humor, acompañadas de buen rock influenciado por el sonido alternativo de la época: la tropicalización del sonido de bandas como Rage Against The Machine, Faith No More o Red Hot Chili Peppers, con el ingrediente de la casa.
Pero si una canción de su repertorio destaca en estos tiempos es “Gimme The Power”, un himno de protesta que ha demostrado ser –lamentablemente– atemporal.
“Claro, está cabrón, por un lado es un bajón, ¿no?, que siga vigente. O sea, eran cosas que nos molestaban muy cabrón a esa edad (…) Yo creo que es un concepto súper básico el del poder, quién tiene el poder, cómo se maneja el poder, cómo se pelea el poder y de quién debería ser el poder (…) supongo que por eso los problemas actuales se parecen o siguen siendo los mismos, como el poder en México. Es un país muy injusto donde las leyes importan muy poco y es muy fácil llegar a esa conclusión. Supongo que es por eso que tiene una vigencia ahí, triste”, dice Tito Fuentes (guitarra, voz), en entrevista para Reporte Indigo.
La letra de “Gimme The Power” delata la fecha de creación de un éxito pre-Jefe de Gobierno del DF: “(…) dale gracias al regente”, una figura que seguro los adolescentes de hoy jamás habían escuchado.
Regente, alcalde, gobernador, presidente municipal, policía, burocracia, gobierno o cualquier representante de autoridad, “Gimme The Power” es un recordatorio del mal gobierno, del abuso de autoridad y de un estancamiento provocado, entre otras cosas, por la falta de vigilancia de los ciudadanos (“¿qué no wachas los puestos del gobierno?”).
Previo al último coro que llama al empoderamiento de la gente (“dame, dame, dame, dame todo el power, para que te demos en la madre”), Molotov quizá escribió la parte más contestataria y anti-sistema de una canción popular en la historia de la música contemporánea en México:
“(…) Porque somos más, jalamos más parejo, ¿por qué estar siguiendo a una bola de pendejos? Que nos llevan por donde les conviene, y es nuestro sudor lo que los mantiene, los mantiene comiendo pan caliente, ese pan, es el pan de nuestra gente”.
Con canciones como “Que no te haga bobo Jacobo”, “El carnal de las estrellas”, “Voto latino” o “Frijolero”, Molotov puso en la agenda musical temas como la manipulación informativa de parte de las telvisoras (Televisa, en particular), la inmigración, la relación México-Estados Unidos y la relación poder-ciudadanía. Esta “línea” surgió de manera espontánea, natural, a base de buen humor, como nos explica Tito.
“Los Molotov somos güeyes muy diferentes, con diferentes ideas y diferentes gustos, diferente todo. O sea, además ni siquiera es algo que puedas planear bien, ¿no?
“Definitvamente es circunstancial, coincidencias y ¡pum!. No sé a qué se deba, sí hay como bandas chidas que están más o menos en esa onda, pero tal vez no es lo más popular en el colectivo, ¿sabes? Y no las oyes en todos lados, pero ahí están los DeNalgas (con la canción “Presidente pendejo”), por ejemplo, y otras bandas por ahí que se siente que están hablando de lo que les pasa”, dice TIto.
Y tan no son populares que el rock nacional prácticamente está marginado de las listas de popularidad. En el seguimiento que hace la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas (Amprofon) de la venta de discos en México, de la semana que va del 4 al 10 de junio (los datos más recientes al cierre de esta edición), el único álbum propiamente rockero hecho en México que aparece en la lista de los 100 discos más vendidos es “Desde Rusia Con Amor” (lugar 13), de Molotov. Un álbum en vivo grabado en 2010 en cuatro ciudades de Rusia y editado en 2011; ni siquiera se trata de material 100 por ciento nuevo de la banda.
Más abajo aparecen “MTV Unplugged/Música de Fondo” de Zoé (lugar 37) y “Bonanza” de Panda (lugar 75) –ambos actos muy populares, sin embargo, no son considerados como propiamente del género–, lo que demuestra el vacío que existe de rock del gusto popular en México.
Vacío que Molotov ha venido a llenar… una vez más.
Estallan en NL
El sábado pasado vi –por primera vez– a Molotov en vivo junto a más de 30 mil personas en un enorme terreno en el área metropolitana de Monterrey (municipio de San Pedro Garza García, para ser más exacto).
Más que un concierto de rock, el evento se convirtió en una combinación inusual: nunca había estado en una tocada en donde el trailer de un documental –basado en la historia de la misma banda– funcionara como “telonero” audiovisual para arrancar la noche.
El trailer de “Gimme The Power” sirvió para dar un repaso express por la historia contemporánea del México silenciado, censurado. De paso, sentó el tono de la noche.
En el aire no solo se respiraba una marcada antipatía por Enrique Peña Nieto; también se escuchaba ese rechazo entre el público –con mentadas de madre incluidas– y en los comentarios entre canción y canción que hacían los miembros de Molotov.
Para celebrar la presentación del documental en otras plazas, nada mejor que un evento cuasigratuito (20 pesos la entrada) en Nuevo León, uno de los estados más golpeados por la espiral de violencia provocada por la llamada guerra contra el narco y que prácticamente ha provocado la clausura del Barrio Antiguo –el antiguo corazón musical y de vida nocturna de la ciudad– y el “exilio” de bandas regias hacia el DF.
Curioso y significativo que el mismo día en que Molotov convocó a 30 mil personas, se haya organizado “Mi Barrio Antiguo”, un evento organizado con la intención de recuperar el espacio perdido en el primer cuadro de la ciudad de Monterrey. Con presentaciones en vivo de bandas contemporáneas a Molotov como Genitallica, La Verbena Popular o Pato Machete (ex Control Machete), por unas horas se volvió a vivir un ambiente de música en el otrora centro de bares, antros y lugares semiabandonados para organizar tocadas e impulsar la escena rockera local.
Poder rockumental
“Gimme The Power” de Olallo Rubio llega a su cuarta semana de éxito, después de haber sido presentado en más de 60 salas del DF. Ahora la película “está de gira” con exhibiciones regionales por todo el país.
La parada en Monterrey no pudo haber sido mejor con la presentación en vivo de Molotov. Previo al concierto, tuvimos oportunidad de platicar también con Olallo sobre el éxito de la película y su carácter anticensura.
“Es la perspectiva transgresora, contestataria y rebelde del rock and roll. Ahora, si, definitivamente, tomando en cuenta canciones como ‘Que no te haga bobo Jacobo’ exploramos el tema de la manipulación y los medios informativos (…) Uno de los blancos de la película son las grandes corporaciones de medios, el duopolio televisivo o como lo quieras llamar (…) la manipulación informativa en medios masivos electrónicos, la prostitución del entretenimiento, la Iglesia y la clase política, por supuesto”.
El documental repasa poco más de quince años de vigencia no solo de la banda, también de los problemas sociales y políticos de México, así como del vacío de rock en la actualidad.
Fotos: Erick Castro