Se acerca la última noche del año, cada 31 de diciembre, la gente lleva a cabo diversos rituales para despedir el año viejo y darle la bienvenida al nuevo, las tradiciones en cada parte del mundo son diferentes, en México, la mayoría de la gente ha hecho imprescindible comer uvas, el brindis y las doce campanadas.
El origen de la ingesta de 12 uvas momentos antes de que el mejor marque las 00:00 horas, inicio en la costa mediterránea de España, en Elche. Las uvas se asocian con los mese del año y cuando se comen se debe pensar en el mismo número de deseos que deben irse cumpliendo mes a mes.
El brindar para recibir el Año Nuevo se ha convertido en una tradición infaltable para transmitir buenas vibras a todos los presentes y para desearse unos a otros un año lleno de prosperidad. Este acto es interpretado por la Real Academia de la Lengua Española como el ‘manifiesto, al ir a beber vino o licor, del bien que se desea a alguien o algo’, los cuales eran manifestados antiguamente para desear buena salud luego de un breve discurso.
La palabra ‘brindis’ proviene de la frase ‘bring dir’s’ que significa ‘Yo te lo ofrezco’, la cual fue pronunciada por los jefes militares para justificar la sangrienta toma y saqueo de Roma como un designio de Dios para preservar la cristiandad.
El tradicional choque de copas nació en Grecia incluso antes que el mismo brindis y significa la confianza entre el anfitrión y sus invitados, ya que se solía envenenar a los enemigos con un trago de licor, al chocar las copas se mezclaban los vinos y se aseguraba que no había motivo para temer.
Las 12 campanadas marcan las horas del día, pero en la Noche Vieja simbolizan cada uno de los meses que se va con el año y de los que están por venir, se trata de una tradición que surgió en España y que en México se han vuelto parte de la tradición festiva de la fecha.
En otros países también existen alimentos típicos para dar la bienvenida al nuevo año. En Grecia suelen cocinar un pastel llamado Vassilopitta en cuyo interior se coloca una moneda de oro o de plata. El que encuentre la moneda en su plato será la persona con más buena suerte en el año que se avecina. Y en Italia y algunos países sudamericanos es tradición comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas de media noche para atraer la prosperidad y la fortuna en el año entrante.
En ciertos países latinoamericanos, la ropa interior de determinado color garantiza la bienaventuranza. En México, la ropa interior amarilla es para generar dinero, pero si andan faltos de amor lo mejor es la ropa roja.
