Rinden homenaje a Rufino Tamayo a través de la danza

El 9 de agosto, "Bajo la sombra del alba" se estrena en Bellas Artes, un tributo coreográfico al pintor oaxaqueño con seis piezas creadas por el Ceprodac. La producción, que destaca por su creatividad y compromiso, seguirá su recorrido en el Teatro Juárez
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Desde los ocho años, la disciplina de la danza entró en la vida de Cecilia Lugo, coreógrafa y directora del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac). Este hecho marcó el inicio de una carrera que, años después, se reafirma con la presentación de la pieza Bajo la sombra del alba, en el Palacio de Bellas Artes.

A lo largo de seis décadas, esta manifestación artística ha sido su compañera constante, influyendo en cada aspecto de su vida, desde sus estudios y su papel como madre hasta su dedicación profesional.

“Soy mamá, ama de casa, tengo dos licenciaturas, me gusta estudiar y voy a seguir estudiando toda la vida, pero la danza está en mi piel, en mis huesos y sangre. Fue lo primero que llegó a mi vida y ha estado como parte indeleble en mi mente y mi corazón. No me veo ni imagino sin danza, la danza es mi vida.  Me ha acompañado siempre, en las buenas y en las malas como bailarina, maestra, directora, gestora y coreógrafa.

Bajo la sombra del alba se estrenará en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes el viernes 9 de agosto, a las 20:00 horas

Sigo enamorada de la danza, quizá de otra manera que en mi juventud, pero sigo apostando con esta experiencia que me ha dado la vida”, comparte Cecilia Lugo en una entrevista con Reporte Índigo. 

La coreógrafa expresa cómo este profundo amor por la danza se reflejará en Bajo la sombra del alba, un homenaje a Rufino Tamayo. Este programa dancístico se presentará el próximo viernes 9 de agosto, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, donde Lugo mostrará la experiencia que ha acumulado a lo largo de su carrera con el Ceprodac.

Un equipo de bailarines y coreógrafos, conformado por Aralia Dflon, Eduardo Esquivel, Alex Hensa, Ana Paula Oropeza, Porfirio Perera y Lázaro Sierra crearon las piezas que conforman este programa dancístico, el cual ofrece reconocimiento a la vida y obra del célebre pintor oaxaqueño, partiendo de una mirada ritual y poética que abreva de la cosmogonía indígena mexicana.

“No vamos a ver una gran producción en dinero, será una gran producción en creatividad, imaginación y en experiencia, en el marco del 125 aniversario del natalicio del maestro Tamayo. Son seis piezas coreográficas en las que, como directora del colectivo, volteé hacia adentro y pedí a nuestros bailarines y ocho coreógrafos y coreógrafas que hicieran este trabajo.

“Fue una decisión arriesgada, un experimento creativo respaldado por la gran confianza que les tengo. Comenzamos a trabajarlo desde el año pasado para hacer un trabajo con tiempo a prueba y error y con una absoluta libertad creativa”, precisa.

“Hemos recuperado prestigio y calidad gracias a la confianza de la doctora Lucina Jiménez. Aunque los gustos pueden variar, el trabajo es innegable y demuestra que vamos por el buen camino con resultados de primer nivel”
Cecilia LugoDirectora del Ceprodac

Muestran su legado

La producción, curada por Lugo, cuenta con un equipo creativo, Aurelio Palomino se encargó del diseño de iluminación y vestuario; Joaquín López Chad del paisaje sonoro, y Ricardo Trabulsi del video, que ha sido fundamental para crear la atmósfera evocadora de Tamayo sin la necesidad de una escenografía tradicional.

Rufino Tamayo es infinito. No hay manera de circunscribirlo a un programa de danza, sólo es una aproximación. Es un homenaje a la inspiración que nos provoca a través de la pintura, de sus colores, sus temas, cuadros e ideología. Todos nos hemos acercado con un gran respeto a rendir este tributo, pero, por supuesto, es algo breve en comparación con todo lo que Tamayo nos ha dejado”, opina Cecilia Lugo.

Este tributo, además de unirse a la celebración de los 90 años de Bellas Artes, también destaca el compromiso y la pasión de un colectivo que ha demostrado un nivel de profesionalismo y dedicación. La función de clausura de la temporada “Palacio en Movimiento” marca un hito para el grupo Ceprodac.

“Comenzamos desde el año pasado a trabajar este proyecto porque sabía que era una gran responsabilidad, sobre todo, porque no son coreógrafos consagrados ni con gran trayectoria, pero lo serán. Unos se basaron en la obra del pintor, otros en los temas, en los colores, también en el sentido de la obra, la relación con Olga, su esposa, también se aborda la relación de un cuadro específico, cada uno tuvo la libertad de hacer de su trabajo desde su propia inspiración”, agrega.

Cecilia Lugo reconoce que este será el último estreno del Ceprodac bajo la actual administración y revela que, tras su presentación en Bellas Artes, el espectáculo continuará su recorrido en el Teatro Juárez de Guanajuato

Su etapa más madura

La producción  Bajo la sombra del alba se apoya de material reciclaje, es decir,  de vestuario de otras piezas coreográficas, esto a decir de Lugo, se realizó para resignificarlo.

No quisimos gastar tanto en la producción, pero  la gente presenciará algo espectacular. Esta decisión se reafirmó, pues cuando hicimos cifras de sumas y restas, vimos que era una posición ética del consumo creativo de nuestros propios insumos”, recalca.

Con esta función, el Ceprodac culmina una etapa significativa en su trayectoria. Lugo expresa que es evidente el alto nivel de madurez y profesionalismo alcanzado, que ha demostrado estar a la altura de los desafíos.

“No se si estamos abriendo o cerrando un ciclo, pero es mucho muy maduro. Estamos llegando con un equipo absolutamente comprometido, emocionado, disciplinado y entregado totalmente a la danza y eso me llena de mucho orgullo, haber sido capaz de dirigir  este colectivo que está dando lo mejor de sí en escena; siento que estamos cerrando con esta administración en alto”, concluye.

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