Ricas en proteínas… y cáncer
Es muy común escuchar que llevar una dieta rica en proteínas es una de las mejores opciones para estar saludable y nutrido. Pero, como en todo, la clave radica en el consumo moderado.
Una dieta que incluya carne, leche y queso en exceso puede ser tan dañina como fumar, según un estudio publicado recientemente en la revista científica Cell Metabolism.
María Alesandra Pámaneshttps://www.youtube.com/watch?v=0k_auNlLZbE
Es muy común escuchar que llevar una dieta rica en proteínas es una de las mejores opciones para estar saludable y nutrido. Pero, como en todo, la clave radica en el consumo moderado.
Una dieta que incluya carne, leche y queso en exceso puede ser tan dañina como fumar, según un estudio publicado recientemente en la revista científica Cell Metabolism.
A lo largo de 20 años, el Dr. Valter Longo, profesor de la Escuela de Gerontología y director del Instituto de Longevidad de la Universidad del Sur de California (USC), y su equipo, monitorearon a miles de adultos y le dieron seguimiento a su tipo de alimentación y a sus condiciones de salud.
Entre las conclusiones se encontró que consumir alimentos ricos en proteína animal frecuentemente, aumenta cuatro veces la probabilidad de fallecer a causa de cáncer.
De hecho, Longo y sus colegas señalaron que el riesgo de padecer cáncer por consumir demasiadas proteínas, es equivalente al riesgo que corre una persona que fuma 20 cigarros al día.
Consumir proteína animal con frecuencia no solo aumenta el riesgo de cáncer, también influye para que la persona sea más susceptible a muerte temprana, en general.
Y es que “existe la noción equivocada de que, porque todos comemos, es fácil y simple entender la nutrición”, indicó Longo.
Los fieles seguidores de dietas como la Paleo y la de Atkins, cuya base principal son proteínas, deben pensarlo dos veces y balancear su alimentación o inclinarse por las proteínas que provienen de las legumbres, como las alubias.
Quienes aman seguir este tipo de régimen alimenticio fueron hasta 74 por ciento más propensos a morir dentro del periodo del estudio, en comparación con aquellos que no consumían proteínas en exceso.
No solo eso, también fueron más propensos a fallecer como consecuencia de la diabetes.
Pero no todo está perdido, ya que el estudio también concluyó que la ingesta elevada de proteínas, después de los 65 años, protege a las personas de ser susceptibles a enfermedades, pues el riesgo de la dieta con niveles altos de proteína tiene incidencia a mediana edad.
Dile sí a las legumbres
Es muy probable que en estos momentos estés pensando que debes reducir tu consumo de pescado, leche, huevo y queso, alimentos que son ricos en proteína que provienen de los animales.
Pero no es necesario eliminar por completo las proteínas del menú, pues Longo y su equipo de expertos determinaron que las proteínas provenientes de las legumbres (frijoles o alubias, por ejemplo), no tienen el mismo efecto sobre la mortalidad. Y establecieron que “la mayoría de la gente en Estados Unidos come casi el doble de las proteínas que deberían ingerir y quizá el mejor cambio sería bajar la ingesta diaria de todas las proteínas pero especialmente las de origen animal”.
Para que una dieta sea considerada con alto contenido de proteínas, el 20 por ciento de sus calorías deben provenir de proteínas, ya sea de origen animal o vegetal.
Mientras que una dieta moderada incluye entre 10 y 19 por ciento de calorías provenientes de proteína. Y una dieta baja incluye menos del 10 por ciento de proteína.
¿Qué tanto es tantito?
Entonces, ¿cuánta cantidad de proteínas debe consumir un adulto promedio para estar saludable, pero sin aumentar el riesgo de padecer cáncer?
El Dr. Valter Longo mencionó entre las conclusiones de su extensa investigación que el consumo saludable de proteínas es de 0.8 gramos diarios por cada kilo de peso corporal de un adulto promedio. Y, de preferencia, esas proteínas deben ser de origen vegetal.