Dirigida por el sueco Jonas Akerlund, Lords of Chaos nos retrata la vida y muerte de una de las bandas más importantes del black metal: Mayhem, la agrupación que quemaba iglesias. Su importancia es tal, que son considerados los padres de este género y los máximos exponentes noruegos.
Por esta razón, hechos como el suicidio de su vocalista, del cual más tarde se usaría la fotografía de su cadáver para la portada de uno de sus álbums, sus extravagantes presentaciones y la historia del asesinato de su líder, Euronymous, pondrían a Mayhem en las influencias de todos.
Recuerda hacer bien tus poses. Somos señores del caos, destructores de mundos
En este sentido, la película requirió una exhaustiva investigación que se sostuvo, en todo momento, del libro Lords of Chaos: The Bloody Rise of The Satanic Metal Underground. Sin embargo, el cineasta Akerlund no estuvo exento de críticas por muchos protagonistas de la escena del black metal.
Un ejemplo de ello, fue cuando se eligió, inicialmente, a la banda Metallica para componer la banda sonora de la cinta. La canción ManUNkind adornaría las escenas de Mayhem tocando durante sus conciertos.
No obstante, los seguidores del black metal protestaron rápidamente. Aunque la pista no fue introducida, se puede escuchar la versión de la banda de San Francisco. La cual tiene un estilo totalmente diferente, por su ritmo trash, que enfadaría a los puristas del género.
LO BUENO
Hay que decirlo, la película de Jonas Akerlund es, visualmente, sobresaliente. La recreación de los eventos que rodearon a Mayhem son, fielmente, representados en la película. Tanto, que el director se preocupó por los detalles expresados en entrevistas por los integrantes de la banda.
Por ende, su escena más memorable es el suicidio del vocalista Per Yngve Ohlin, mejor conocido como Dead. En ella, se narra visualmente la depresión que atravesaba el músico, quien al percatarse que cortarse las venas era un proceso lento hacia la muerte decidió darse un tiro con una escopeta.
De igual modo, la cadencia con que se desarrollan las escenas da una continuidad que no permite que el ritmo de la película decaiga. Mientras que lo que puede considerarse una ventaja, para otros es una desventaja: la fidelidad al pie de la historia. Tanto que no permite saltos en el tiempo, sino un ritmo continuo a modo de documental.
Otro punto a favor es el realismo con que Akerlund se tomó el filme. Precisamente por ello, las escenas de quema de iglesias son reales. Ya que el propio cineasta se comprometió a reconstruirlas después de que éstas estaban viejas y, algunas, abandonadas.
LO MALO
El reparto es muy pobre. Quizás fue una falla que comenzó desde el casting. Sobretodo en la interpretación de los personajes principales: Euronymous y Varg Vikernes, interpretados por Roy Culkin, hermano menos de Macaulay Culkin, y el actor estadounidense Emory Cohen.
Respecto a ellos, las imágenes dicen más que las palabras. Ambos interpretan a personajes totalmente distintos a los reales. Por un lado Euronymous es retratado como un chico miedoso y afeminado quien está muy lejos de ser el fundador de Mayhem.
Mientras que por otro, Vikernes es un tipo inseguro de sí mismo que necesita ser aprobado por los demás para considerarse importante. El propio Varg Vikernes le recriminó esto al director, así como desdeñó ser interpretado por un judío gordo, en sus propias palabras.
“Me hubiera gustado que hubiera visto la película de manera un tanto distante, pero no creo que esto suceda. También lo entiendo, porque alguien ha hecho una película que también afecta su vida y no está involucrado. En cualquier caso, fue muy explícito sobre su perspectiva a lo largo de la historia y habló de ello muchas veces en detalle”, comentó al respecto el director.
¿RECOMENDACIÓN?
Esta película es más una recomendación para aquellos metaleros, y quienes están interesados en este género, que quieren tener una perspectiva sobre los acontecimientos del black metal noruego. Más morbo que valor cinematográfico, Lords of Chaos nos presenta a un montón de chicos haciendo guturales y creyéndose rudos.
Al final, sabemos que las verdaderas historias las conocen aquellos que las vivieron. Mientras que en la película veremos no tanto una escena musical oscura y satánica, sino la pura imagen de ello, niños jugando a adorar a Satanás.
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