¿Qué es mejor, lectores: atacar al enemigo hasta acabarlo sin importar los daños colaterales o pactar la paz y llegar a un acuerdo por el bien de todos? Por sobre el discurso del bien y el mal, Maléfica 2: dueña del mal, del nominado al Oscar Joachim Rønning (Kon-Tiki, 2012), utiliza este dilema que más que nunca está presente en nuestro país.
¿DE QUÉ VA?
Cuando la hija adoptiva de Maléfica, Aurora, se compromete con el príncipe Felipe, el reino de los humanos y el páramo mágico comienzan una guerra que desencadenará el descubrimiento de una nueva raza en la Tierra. Algo así como Game of Thrones fusionado con La Bella Durmiente (1959).
LO BUENO, GUION Y VESTUARIO
Es normal que pensemos que este tipo de películas seguirán la clásica línea de los cuentos animados difundidos por Disney en el pasado. Sin embargo, la segunda cinta de Maléfica destaca por su guion al tener rupturas en las historias clásicas ya vistas.
Perfumada excesivamente por el discurso del empoderamiento, en Maléfica 2 veremos una historia de guerra protagonizada por mujeres. Sin princesas débiles ni príncipes valientes, sino todo esto al revés, la película se sale de lo establecido para exhibir una historia por momentos impredecible.
Esta es la causa de que resulte interesante y, al mismo tiempo, se burle por momentos de sí misma. Ya que se juega los clichés de los cuentos de hadas, aunque también recurra a ellos dado el género infantil.
Por esta razón, el guion que convierte lo bueno en malo y lo malo en bueno contrasta con los remake live-action que Disney ha producido recientemente y que han sido duramente criticados por no ofrecer innovación alguna.
A pesar de que algunos les disguste este cambio, significa un riesgo que se valora por parte de Disney. Además, la batalla final entre ambos reinos se apoya sobre el guion y el dilema sobre si es mejor confrontar las diferencias o apaciguarlas.
Finalmente, el diseño de vestuario, que podría colarse a los premios Oscar de la Academia, se adecúa muy bien a los ambientes presentados al aclimatar los colores de los vestidos de acuerdo a las escenas y a la fotografía de Henry Braham (Guardianes de la Galaxia 2, 2017), quien participará en Escuadrón Suicida de James Gunn.
LO MALO, ABUSO DEL CGI Y RITMO
Lamentablemente, lectores, este buen guion está opacado por el ritmo zigzagueante de la dirección de Rønning. El largometraje, sorprendentemente dirigido a un público infantil, comienza demasiado lento y lleno de diálogos que son el infierno para los niños con déficit de atención.
De hecho, el filme comienza a despegar media hora después de haber comenzado y mantiene un ritmo neutro que se eleva hasta la batalla final entre los reinos.
A consecuencia de este ritmo variable, los adultos tendremos varios bostezos y los niños, quizás, lleguen a desesperarse.
Sumado a esto, los efectos especiales son buenos pero se abusa de ellos. Aunque a lo mejor por el género; sin embargo, se nota a leguas la poca imaginación y esfuerzo que el director empeñó en la película y prefirió dejar al equipo de CGI para crear todo el ambiente por medio de los efectos.
Por último, y como lo mencioné anteriormente, la traición de la naturaleza maléfica de la protagonista es un riesgo que a algunos les puede agradar pero a otros, fans de la villana, les puede disgustar.
Recomendación: 3.5 de 5 (casi buena)
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— Maleficent: Mistress of Evil (@Maleficent) 19 de octubre de 2019
