A través de una investigación historiográfica, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) se reconstruyen las tres exposiciones que organizó el Salón Independiente a finales de los 60 y principios de los 70, iniciativa que cambió las prácticas artísticas en México.
Un arte sin silueta: Salón Independiente en México 1968-1971, curada por Pilar García, busca mostrar el sentir de una época que vivió el inicio del movimiento estudiantil del 68, pero además destacar la trascendencia de cada una de las piezas.
“Es importante entender cuál es el sentido que tiene el Salón Independiente, que no sólo es una reconstrucción histórica que nos permite comprender las bases del arte contemporáneo, sino también nos da pie para pensar cuál es el papel de la autonomía universitaria. Son artistas que realmente se promulgaron por la autonomía y creo que en este momento es algo que tenemos que recordar”, explicó García.
Artistas como Gilberto Aceves Navarro, Rafael Canogar, Lilia Carrillo, Arnaldo Coen, José Luis Cuevas, Felipe Ehrenberg, Fernando García Piense, Vicente Rojo, entre otros, formaron el Salón Independiente para hacer visible su postura antioficial y su actitud contestataria frente al orden establecido
Para poder armar la muestra, se tuvieron que trabajar 15 réplicas de obras efímeras de artistas como Manuel Felguérez, Tomás Parras, Gilberto Aceves Navarro, Ricardo Regazzoni, Sebastián, Brian Nissen y Hersúa.
“Las réplicas no tienen un carácter efímero, porque se van a incorporar a la colección, quizá podríamos preguntarnos ¿si eran efímeras por qué se vuelven a reconstruir? La razón es que a nivel histórico y como universidad, son piezas clave que nos permiten entender cuáles eran las condiciones y las propuestas de esas nuevas experimentaciones que se hacían a finales de los años 60”, opina la curadora de la muestra.
De acuerdo con Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC, ninguna de las obras reconstruidas se trabajaron sin que el autor estuviera presente para que autorizara las técnicas y orientara sobre los materiales.
Varias de ellas, en su momento, fueron hechas con papel periódico como protesta en contra de los medios de comunicación que se mostraban a favor del Estado.
“Siguen siendo vigentes, por esta idea del juego de los medios de comunicación con las falsas verdades que estamos viendo. Creo que también es otra vez ponerlo sobre la mesa, ¿cuál es el papel de las historias que cuentan los medios de comunicación?”, se cuestiona.
Para Pilar García, la pieza que más le sorprendió fue la de Felipe Ehrenberg, la de las postales, porque “estamos hablando de 1970, cuando el arte correo tuvo su mayor efervescencia, entonces, esta idea de enviar a través de los medios de comunicación, del correo postal, una pieza para subvertir, para plantear problemas políticos, creo que esta pieza, en 1970, lo empieza a proponer”, afirma la curadora
Un arte sin silueta: Salón Independiente en México 1968- 1971 abrirá al público a partir del sábado 20 de octubre de este año y estará hasta el 24 de marzo de 2019.
