El mundo onírico de Remedios Varo llega al teatro

La dramaturga Ana Sofía Vázquez, creadora de la obra teatral El Tejido de los Sueños, comparte su admiración por la misteriosa y cautivadora figura de Remedios Varo, la pintora surrealista que ha sido fuente constante de inspiración para su trabajo.

Desde el momento en que se sumergió en el universo artístico de Varo, Vázquez quedó fascinada por lo onírico y misterioso que envuelve tanto a la artista como a sus obras.

“Lo curioso es que sigue siendo enigmático. Después de tanto tiempo de investigar y analizar los símbolos de cada cuadro y todo, pues sigue a mí la obra, me sigue pareciendo misteriosa, con muchos códigos secretos. Mientras más me adentro más enigmática es para mí”, declara Vázquez  Reporte Índigo sobre esta pieza que se realizará hasta el 2 de junio en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.

La también directora, quien ha pasado los últimos cinco años inmersa en la obra y figura de Varo, encuentra en su proceso creativo una constante fuente de inspiración que no parece agotarse.

El Tejido de los Sueños presenta a los personajes como reflejos del mundo exiliado y vagabundo de Remedios Varo, llevando sus casas a cuestas en busca de su historia perdida. La producción, según Vázquez, interpreta las pinturas de Varo como un viaje personal, reflejando su sentido de pérdida y búsqueda.

“El personaje principal es una novicia, que es un personaje en una de las obras de Remedios, ella es el hilo conductor y con quien hago un paralelismo con la vida de la pintora, pero de manera muy metafórica. Se ve su pasado, el contexto de donde viene, de una educación católica, el entorno represivo, de guerras que le tocó vivir.

“Después, la novicia sale en este cuadro para ir a un bosque mágico, lo cual es como una metáfora del exilio de Remedios, cuando tuvo que salir de Europa para llegar a México y encontrarse con un mundo desconocido”, platica la dramaturga.

De la pintura al teatro

La escaleta escénica de la obra se centra en el lenguaje circense, incorporando disciplinas aéreas, acrobáticas, contorsionismo, equilibrios de manos, rueda cyr y malabares.

Este enfoque multidisciplinario, a decir de la dramaturga, busca trascender el mero virtuosismo físico, convirtiéndose en un medio de expresión teatral que busca conmover, comunicar, cuestionar y reflexionar.

“Las disciplinas circenses se entrelazaron a partir de la exploración de la personalidad de cada personaje. Por ejemplo, el gato, siendo una contorsionista, y las novicias que bordaban en lo alto de una torre, se convirtieron en un número aéreo con telas, simbolizando la torre donde trabajaban.

“Este enfoque guió la creación de los cuadros escénicos, desde interiores hasta una ciudad amurallada, llamada la villa, y bosques nocturnos habitados por personajes fantásticos. Así, los escenarios se desarrollaron como los actos de la obra, con una progresión hacia cuadros más oníricos al final, transportando al espectador a lugares más allá de la realidad terrenal”, detalla Ana Sofía.

La escenografía se basa en estructuras diseñadas específicamente para el espectáculo, inspiradas en las formas no convencionales de los cuadros.

Entre ellas se encuentran una esfera, una escalera, una jaula, y elementos escenográficos como dos carritos rodantes que son como barquitos, y torres con ruedas.

“El Tejido de los Sueños sucede dentro de las paredes de una ciudad amurallada, donde se encuentra La Novicia bordando el manto terrestre junto a sus compañeras en lo alto de una torre. Cuando de pronto, un gato toma uno de los hilos y jugando se lo lleva lejos de la villa. La Novicia corre tras él, hasta que sin darse cuenta llega al pie de un árbol hueco, donde se encuentra con El Guardián del Portal, un ser que custodia la entrada al bosque mágico donde habitan toda clase de personajes fantásticos.

“La novicia se embarcará en un viaje de transformación que la llevará a recorrer diferentes planos de realidad y  a descubrir los hilos invisibles que conectan el mundo terrenal con los confines del cosmos”, detalla.

Para la directora, este proyecto representa su mayor reto profesional hasta ahora, al intentar conservar la esencia y la magia de las pinturas en una forma práctica y material. Esta adaptación teatral no solo honra la obra de Remedios Varo, sino que también desafía las nociones convencionales del teatro, explorando nuevas formas de narración escénica y promoviendo una apreciación más profunda del arte teatral.

“El reto más grande ha sido conservar la esencia de todo y seguir siendo fiel a la obra de Remedios, mientras traduzco su arte pictórico a la práctica material del teatro. En las pinturas, todo parece fácil, pero el teatro es una construcción compleja que involucra a muchos actores y recursos técnicos.

“Es como traducir lo pictórico a lo escénico, y mantener esa capa de misticismo y magia que caracteriza las obras de Varo. Es un desafío constante, pero también lo más divertido, fusionar disciplinas y crear algo que resuene con el legado de Remedios Varo“, concluye Ana Sofía Vázquez.

La inspiración

• Bordando el Manto Terrestre (1961). La Novicia, es un alter ego de la pintora
• El Gato Helecho (1957)
• La Creación de las Aves (1957)
• El Malabarista (1956)
• Revelation (The Watch), (1955)
• Mujer Saliendo del Psicoanalista (1960)

La música en escena

Durante el proceso de ensayos y construcción de cada escena, la música fue creada por una de las actrices, quien también es cantante y músico. Principalmente compuso vocalizaciones en vivo y algunas ejecuciones con instrumentos de percusión.

Sin embargo, la mayor parte de la música fue grabada en un estudio, con la participación de violinistas, flautistas y chelistas, para luego ser editada y masterizada.

Créditos

• Elenco: Camila Sánchez Rodríguez, Daniela Figueroa, José Ruíz, Laura Vargas, María Camargo, Miriam Molina, Tania Gómez, Vanessa Gil, Vladimir Garza, Yseye Appleton
• Dirección y dramaturgia: Ana Sofía Vázquez
• Diseño de escenografía y realización de artefactos teatrales: Humberto Galicia
• Músicos: Leticia García Arévalo, Carla Benítez y Mariana Chávez-Lara
• Poesía: Daniela Figueroa
• Producción general: Teatro Estelar