Reina Isabel II: las extrañas manchas en sus manos que alertaron sobre su salud antes de su muerte

La reina Isabel II se mantuvo muy activa incluso días antes de su muerte, pues el pasado martes 6 de septiembre fue la encargada de recibir a Boris Johnson y a Liz Truss; no obstante, la monarca tenía unas extrañas manchas en las manos.

Fue esta situación la que alertó a diferentes personas, quienes comenzaron a especular que algo no estaba bien con la salud de la reina, ya que a sus manos amoratadas se sumaba la complexión y pose con la que fue vista.

Y es que, a dos días de su muerte, las fotografías en las que apareció, mostraban a la reina muy delgada, encorvada y totalmente apoyada en el bastón, a diferencia de la postura que conservaba en apariciones públicas.

Además, otro de los aspectos que levantó sospechas sobre la fragilidad de la salud de la reina fue que recibió al primer ministro saliente, Boris Johnson, y a Liz Truss, quien se quedó en el cargo, en Balmoral y no en Londres, como de costumbre.

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Situación que prendió las alarmas, ya que luego de que comenzaron las especulaciones, la monarca canceló citas oficiales por asuntos de Estado que tenía previstas a lo largo de esta semana, aparentemente, por complicaciones médicas.

La salud de la reina ya había comenzado a preocupar a muchos desde el pasado octubre, cuando la hospitalizaron para hacer pruebas médicas y más recientemente cuando fue diagnosticada con COVID-19. No obstante, en esta ocasión los malos presentimientos se hicieron realidad.

Lo anterior, debido a que luego de su última aparición pública, la reina no mejoró, y a pocas horas antes de su muerte, la casa real inglesa publicó un comunicado en el que informó que los doctores estaban preocupados por su salud y recomendaron que permaneciera bajo supervisión médica.

Horas más tarde, informaron el deceso de una de las monarcas más longevas de Reino Unido: la reina Isabel II, quien falleció el 8 de septiembre a los 96 años.