Hablar sobre las pérdidas de seres queridos es algo muy complicado y doloroso, sobre todo al tratar de explicárselo a los más pequeños. Pero no solo las personas atraviesan por tan difíciles momentos, también las mascotas enfrentan la desdicha de perder lo que más quieren, porque en ocasiones deciden no cuidarlos nunca más y los echan a su suerte.
Todo lo anterior es expuesto en la obra de teatro Lo que queda de nosotros que, aunque toca temas tan sensibles como la muerte de los padres y el maltrato animal, se vuelve un espacio entrañable y esperanzador, con toques nostálgicos y diálogos divertidos que guiarán al espectador por un agradable momento de risas y reflexión sobre el amor, la lealtad, la amistad, la incondicionalidad, pero también por el dolor y el carácter efímero de la vida.
“Decidí retomar esta obra porque desde el momento en que la leí tuvo el poder y la fuerza de hacerme llorar, eso me parece un acto sublime y conmovedor. Al verla genera empatía, amor y brinda la oportunidad de crear sus propias reflexiones, así como también resalta la importancia de ver por nuestra salud física, emocional y mental.”, explica Said Sandoval, director del montaje.
La historia trata de Nata, una joven que vive los momentos más difíciles de su vida al estar en duelo por las pérdidas de su mamá y, posteriormente, de su papá; como mecanismo de defensa ante el dolor, decide cerrar su corazón y no mostrar ni una gota de afecto porque no está dispuesta a perder a alguien más.
Por ello, un mal día decide abandonar a Toto, su fiel compañero, un agradable perrito que lo único que hace es tratar de hacer feliz a su amiga en todo momento, pero no logra entender lo que está pasando.
A pesar de solo tener tres patas, su amor incondicional por Nata y las ganas de reencontrarse con ella lo llevan a emprender una aventura entre las calles, donde sufre algunos accidentes que todos los peludos pueden vivir al estar desprotegidos.
Desde la inocencia, Toto cuenta la vida como nadie más podría hacerlo. Las ganas de volver a su hogar harán que supere todos los obstáculos, pero en su andar mostrará la triste realidad de lo que viven más de 500 mil perros y gatos que son abandonados al año en México, según datos de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies.
“Es una obra que nos apapacha, que nos aprieta de forma bonita el corazón y que nos muestra que todo suceso en la vida de una persona tiene dos caras, que todo puede ser tan malo o tan esperanzador, como nosotros vayamos decidiéndolo”, asegura el director.
Lo que queda de nosotros se presentará los domingos, a las 12:30 horas, del 2 de octubre al 27 de noviembre en la Sala A de La Teatrería, ubicada en Tabasco 153, col. Roma Norte.
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