Reflexión en escena, legado de Ángel Norzagaray
La muerte, la vida, la amistad y una discusión sobre el poder de la tecnología en los seres humanos son parte de los elementos que integran la obra Conejos en el Valle de la Muerte, pieza con la que se honrará el legado del dramaturgo Ángel Norzagaray
Karina CoronaPor más de 35 años, el dramaturgo, actor y docente, Ángel Norzagaray no sólo encontró en el teatro la forma de expresarse, sino que también transmitió esta pasión a sus alumnas y alumnos. Abrió ventanas a la imaginación e invitó a la reflexión sobre los problemas sociales de México, como la migración.
El pasado 27 de diciembre, Norzagaray perdió la batalla contra el cáncer después de una larga lucha. Ahora, algunos de sus alumnos honrarán su memoria con una temporada de la obra Conejos en el Valle de la Muerte, su última dirección escénica, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
“El espectáculo lo tenemos desde 2017, pero coincide que las funciones sean, en esta ocasión, para celebrar la obra del maestro Norzagaray. Nos habría gustado que fuera de una manera diferente, desafortunadamente, no es así, pero creo es una bonita manera para honrarlo y seguro estaría muy contento y nos estará acompañando desde donde quiera que se encuentre”, indica Héctor Jiménez, actor y productor de la pieza.
Para el histrión, es un espectáculo muy importante en varios sentidos, por un lado, es un reencuentro con las personas que han trabajado en el montaje, además lo integran quienes fueran alumnos del dramaturgo desde hace ya más de una década, y se han vuelto a reunir.
“En alguna ocasión, platicando en 2015, dije que quería volver hacer teatro con las personas con las que inicié mi carrera, después me dediqué al cine y él (Ángel Norzagaray) le pidió al escritor Daniel Serrano que escribiera algo para montarlo con nosotros”, indica el actor.
Precisamente, fue con Conejos en el Valle de la Muerte que Serrano ganó el “Concurso del Libro Sonorense”, obra que Norzagaray retoma y pidió a Jiménez analizar para llevarla a los escenarios teatrales.
La pieza es una propuesta en un solo acto que cuenta la historia de Renato, un abogado con aspiraciones de dramaturgo, quien está en contra de la “transferencia”, un procedimiento médico con el que, a través de una máquina, se puede transferir una enfermedad de un cuerpo a otro.
Además de abogado, es político, y puede llevar a la Cámara la propuesta de erradicar la acción. Sin embargo, uno de sus mejores amigos, Mario, está a favor, y a pesar de la amistad, está dispuesto a dar batalla.
“Me parece un texto necesario y pertinente por muchas razones. La gente veía la obra de una manera distinta, después de la pandemia los temas que se tocan están muy cercanos a cualquiera, cobra otro sentido del texto, porque todos hemos tenido, desafortunadamente, el deceso de un familiar o alguien cercano por COVID-19 o razones naturales, la muerte cobra otro sentido”, explica.
Sin embargo, a pesar de hablar sobre tópicos sensibles, con la obra no desean transmitir un mensaje depresivo, sino algo lúdico que ayude a reflexionar y divertirse, tal como la vida misma.
Además de exponer ideas sobre la muerte, la vida y la amistad, también se debate sobre un futuro distópico, el poder de la tecnología y la ciencia, sobre la ética, y la injerencia que tienen en la salud.
“En México son temas delicados, que no se han puesto sobre la mesa, pero creo son muy necesarios. Este espectáculo los invita a reflexionar, divertirse y a ver ese tránsito de otra manera”, puntualiza Héctor Jiménez.