Al igual que su personaje de Elle Woods en “Legally Blonde” (2001), Reese Witherspoon podría aparentar ser solamente una rubia más. Sin embargo, su carrera en Hollywood no sólo se centró en comedias románticas “cursilindas” y por más de 25 años ha demostrado que es algo más que una simpática rubia, lo cual la ha hecho acreedora de los galardones más cotizados del cine: un Oscar, un Globo de Oro, un BAFTA y un Screen Actors Guild Award.
Y aunque todas las preseas llegaron a sus manos por un mismo papel, June Carter Cash en la película “Walk the Line” (2005), Reese maduró entre sets y dio al público cátedra de su trabajo en cintas como “Water for elephants” (2011), “Inherent Vice” (2014) y “Wild”, también de ese año.
La actriz nacida en Nueva Orleans, Luisiana, es madre de tres hijos: Ava Elizabeth y Deacon Reese, fruto de su matrimonio con el actor Ryan Phillippe, y Tennesee James Toth, al que tuvo con su actual esposo, Jim Toth.
A los siete años hizo comerciales para tv, tomó clases de actuación desde los 11 y es una amante de la lectura. De hecho, en alguna ocasión declaró que se vuelve loca en una biblioteca, “hace que mi corazón lata con fuerza porque quiero comprar todo”.
Y a través del hashtag #RWBookClub publica fotos y reflexiones en redes sociales sobre los libros que lee, causando que las ventas de éstos aumenten exponencialmente.
Antes de ser la hueca pero astuta abogada en “Legally Blonde”, Reese fue aclamada por la crítica en la cinta “Election” (1999), reconocida mundialmente por “Cruel Intentions”, y amada por el público por las comedias románticas “Sweet Home Alabama” (2002) y “Just Like Heaven” (2005).
Pero como toda personalidad de Hollywood, Witherspoon también tuvo un debacle en su trayectoria y no precisamente porque la detuvieron por alteración al orden público cuando desobedeció a un oficial que arrestó a su marido por no pasar la prueba del alcoholímetro en Atlanta. Sino porque la viralidad de ese video con el oficial era nada comparado con el “bache” en su carrera. Inclusive ocupó el tercer puesto en la lista de Forbes de los actores menos rentables de la industria del cine, mientras que en la taquilla fracasó con cintas como “This Means War” (2012) y “Hot Pursuit” (2015).
Como menciona Vanity Fair, “a diferencia de otras estrellas, Reese tiene la que es, probablemente, la virtud más importante para sobrevivir en la jungla de Hollywood. Y en la vida. Ser consciente de uno mismo”.
Tiene su propia productora, Type A Films, es amante de los Tupperware y será la protagonista y productora de la película live action de “Tinker Bell” de Disney.
Pero su momento de ave fénix está en pleno apogeo, con la adictiva miniserie de HBO, “Big Little Lies”, en la que participa junto a actrices como Nicole Kidman, Shailene Woodley y Laura Dern.
Claro, Witherspoon también es productora ejecutiva de la mencionada emisión, la cual trata sobre la vida de tres madres con problemáticas y está basada en el libro homónimo.
A la par, es la nueva imagen de Elizabeth Arden y busca empoderar el papel de la mujer en la meca del cine.