Gravity” es, sin duda alguna, la mejor película del espacio. Y podría ser la Mejor Película en la próxima entrega de los premios Oscar.
También es el mejor estreno de la temporada de otoño en la taquilla estadounidense y la película más taquillera del mes de octubre, al recaudar 56 millones de dólares (mdd) en su primer fin de semana de exhibición en Estados Unidos.
“Gravity” está en la mira de todo el público cinéfilo gracias a la buena recepción de la crítica, la publicidad acertada y los comentarios que en su mayoría la califican como una película “nunca antes vista” y “de lo mejor de los últimos años”. También gracias a los halagos por sus efectos visuales considerados “impresionantes” y por contar con la aprobación de cineastas como James Cameron y Quentin Tarantino.
La cinta del mexicano Alfonso Cuarón tiene altas probabilidades de estar nominada no a uno, sino a varios Oscares, así como a otros galardones del séptimo arte.
Pese a que algunos no estaban del todo conformes con que Sandra Bullock llevara el protagónico de la película, su participación ha sido clave para que la expectativa sea tan alta.
Bullock está en su “segundo aire” cinematográfico y ya sean films comerciales como “The heat” o una de las películas más esperadas y aplaudidas del año como “Gravity”, la actriz domina la cartelera.
Haters hasta en el cosmos
Pero, como en todo, la perfección es imposible y aunque “Gravity” es la cinta del momento, eso no la excluye de críticas y comentarios negativos por sus errores de producción.
Entre ellos los de la astronauta Marsha Ivins quien escribió en la revista TIME que no amó “Gravity”, pero “tampoco la odié”.
Ivins registró mil 318 horas en el espacio, durante cinco vuelos con la NASA. Y no dudó en detallar “los errores (…) los vehículos están en órbitas imposibles y con altitudes e inclinaciones equivocadas”.
Al igual que Marsha, Neil deGrasse Tyson, astrofísico reconocido, también hizo públicos algunos detalles de la cinta que la crítica describe como “hipnotizante”.
Como en toda película cuya trama gire en torno a la ciencia, la astronomía y/o la física, “Gravity” no se pudo salvar de las observaciones de Tyson, quien también es divulgador científico.
Después de verla el fin de semana, el astrofísico tuiteó –a medio millón de cuentas que lo siguen– que se divirtió mucho con la película de Cuarón, pero que tiene algunos detalles y errores que no pasan desapercibidos, entre ellos que el cabello de Sandra Bullock no flota estando a gravedad cero.
Para no exceder en los detalles y de pasada divulgar spoilers, la gran mayoría, antes de juzgar, ha preferido esperar a ver la cinta.
Belleza audiovisual indiscutible
Con o sin errores, la nominen a los Oscares o no, lo cierto es que la cinta de Alfonso Cuarón es un deleite visual para la mayor parte de la crítica y el público que ya la vio.
El conocido astronauta Chris Hadfield dijo que “los (efectos) visuales son espectacularmente buenos. No sé cómo lo hizo (Cuarón)”, James Cameron la catalogó como “la mejor película” que ha visto del espacio, Jon Frosch, de The Atlantic, señaló que “(…) los efectos especiales ponen en ridículo a los estrenos de Hollywood recientes”.
Aunque su argumento –y actuaciones– no han sido los protagonistas de la respuesta favorecedora de la crítica (aunque sí han sido descritos como buenos), sus efectos visuales y especiales han dejado con la boca abierta a gran parte de los espectadores y críticos.
Incluida la magnífica fotografía del también mexicano Emmanuel “Chivo” Lubezki, cuyo trabajo se caracteriza por lograr escenas técnicamente “naturales”.
Lubezki se luce –y es muy probable que sea nominado– nuevamente al colaborar con Cuarón, en “Gravity” muestra –una vez más– que es capaz de regalarle una obra maestra el público del séptimo arte: una toma del espacio exterior –sin cortes– que dura 12 minutos.
La fórmula Lubezki-Cuarón-espacio no solo tiene anonadada a la crítica y al público, sino que hace valer los 20 años de carrera de Cuarón, los cuatro que pasó haciendo esta cinta que escribió junto con su hijo Jonás y los 90 minutos en los que el espectador se sentirá fuera de órbita, suspendido en el cosmos, desafiando las leyes del séptimo arte y la gravedad.