Keith Richards ya no es el joven guitarrista de los Rolling Stones, aquel que punteaba las cuerdas de su guitarra y movía el cabello que le tapaba las orejas al ritmo del blues británico.
Keith ya no es aquel Stone que fue arrestado por bañarse desnudo en las piscinas del Holiday Inn. Keith es un hombre de 73 años que a través del documental de Morgan Neville exclama: “Uno nunca madura”.
Keith Richards: Under the influence comienza con la Obertura de la Flauta Mágica de Mozart mientras Keith mira al cielo, las aves y los árboles.
Y te preguntarás: ¿Qué rayos me importa la vida de este anciano? Pues bien, el filme no es un documental informativo sino sensitivo, se basa específicamente en la experiencia, gusto y pasión por la música del Stone.
En no más de 90 minutos, Neville se mete hasta la cocina de Richards como una plática de café para conocer el corazón de este hombre.
“La música es el centro de todo, es algo que une a las personas a través del tiempo, es indefinible”, dice el guitarrista que creció con Billie Holiday, Louis Armstrong, Mozart, Robert Johnson y Muddy Waters.
Por lo anterior, más que informarnos de su historia vamos a irrumpir en los sentimientos de un hombre que aprendió a tocar la guitarra con el estilo español influenciado por su abuelo.
Se trata de un hombre que se identificó con Mick Jagger al compartir dos álbumes de Muddy Waters y Chuck Berry; un hombre que se partió el cerebro para componer el electrizante riff de Sympathy for the devil.
Y con la cara llena de fisuras, la voz aguardentosa y sus riffs de blues diábolico, Keith Richards sonríe y dice: “Yo no envejezco, evoluciono”.
Porque ya no es el rockero que tocaba con desdén y traía mil chicas a los pies, pero es el hombre con el mismo espíritu musical de hace 40 años.
RECOMENDACIÓN: 4 ESTRELLAS DE 5 (BUENA)
La buena música no muere con los años, la juventud tampoco. Keith Richards: Under the Influence – 18/9 #NetflixDocshttps://t.co/ANiL3xnXfp
— Netflix Latinoamérica (@NetflixLAT) September 9, 2015
Sabías qué…
* Morgan Neville, director del documental, ganó el Óscar a Mejor Documental por 20 Feet from Stardom
* Keith Richards fue golpeado por Chuck Berry luego de que el Stone tocará la guitarra del ídolo del rock and roll. Berry gritó: “¡nadie toca mi guitarra!” luego de darle un puñetazo en el rostro
* Richards confesó que durante la época de los Rolling Stones no conciliaba el sueño y dormía apenas dos horas a la semana. En uno de esos sueños llegó el riff de “(I Can’t Get No) Satisfaction”