No, dos más dos no da cinco. El hecho de que dos integrantes de Nirvana, como Dave Grohl (batería) y Krist Novoselic (bajo), se hayan reunido con el guitarrista Pat Smear (quien estuvo de apoyo en las últimas giras, previo a la muerte de Kurt Cobain) y… Paul McCartney (¿?) para tocar juntos una canción inédita, no significa que la banda de Seattle se “reencontró”.
Sin Kurt, no hay Nirvana. Eso ya lo vimos (léase Foo Fighters). Y no, tampoco Paul “McKURTney” puede llenar el hueco de Cobain.
El miércoles en el concierto #121212 a beneficencia de los afectados por el paso del superhuracán “Sandy” en la costa este de Estados Unidos, los ojos estuvieron puestos en esta extraña colaboración.
El resultado fue “Cut Me Some Slack”, una ruidosa interpretación de una canción que Grohl, Novoselic, Smear y McCartney grabaron en una sesión de un solo día para apoyar el lanzamiento de “Sound City”, el documental que dirige el propio Grohl sobre el legendario estudio de grabación.
La imagen –y el sonido– era sorpresiva, rara y atractiva a la vez: Paul McCartney tocando la canción más pesada desde “Helter Skelter” con los integrantes de Nirvana menos Cobain.
Para algunos la colaboración fue espantosa; y para los nostálgicos del grunge, ver a esos tres arriba del escenario fue un hecho histórico.
Vale la pena mencionar la teoría –no tan seria– “genio avanzado” en este contexto: según Jason Hartley, los grandes artistas han “avanzado” más allá de nuestra comprensión y pueden hacer prácticamente lo que les plazca en gana, porque son verdaderos genios.
Así que si Paul McCartney aceptó tocar junto a los ex integrantes de Nirvana, fue por algo. Y la emoción de verlos juntos, nadie nos la quita.
