¿Realmente importó la Fiesta del Cine Mexicano?
Del 7 al 13 de septiembre se celebró que en complejos comerciales y culturales se exhibieran películas mexicanas a bajo costo, pero los complejos como Cinépolis y Cinemex dejaron mucho que desear con su promoción, además de las salas que escogieron como sedes de proyección
Hidalgo NeiraEl esfuerzo por seguir consumiendo en México el producto fílmico nacional es una batalla constante que se libra con el acaparamiento que tiene el cine hollywoodense que invade las salas nacionales, ante esto un pequeño impulso se buscó realizar por parte de las instituciones oficiales que defienden las producciones locales.
Con la iniciativa aprobada primero en el Senado en 2017 y posteriormente por el Congreso de la Unión, de institucionalizar el 15 de agosto como el Día Nacional del Cine Mexicano fue como se congratuló el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) para sacar provecho del acuerdo e instaurar La Fiesta del Cine Mexicano.
Según datos presentados por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) el filme protagonizado por Pedro Infante y Jorge Negrete tuvo una asistencia de 44 mil personas, lo cual quiere decir que multiplicado por 20 pesos (el costo general para todas las entradas del ciclo) obtuvo una derrama económica de 880 mil pesos.
Durante los primeros tres días de esta fiesta se tuvo una asistencia en butacas de poco más de 150 mil personas para ver distintas proyecciones como “Rojo amanecer” (1990), “El lugar sin límites” (1978), entre otras contemporáneas.
Pero esto resulta minúsculo ante lo recaudado por producciones estadounidenses, ya que solo por tener un ejemplo reciente, la película de horror “La monja” (2018) se embolsó 200 millones de pesos solo en su primer fin de semana de estreno, con 3.5 millones de espectadores.
Aunque el empeño por sobresalir se hizo desde los canales oficiales, la Fiesta del Cine Mexicano todavía tendría que ir por más a futuro, logrando extender su periodo de proyección y también dar cabida en complejos mucho más cercanos al cinéfilo común.
“Si está, pero no está en todos los complejos, el más cerca es satélite :c”, fue el comentario de Maffer Medina (@MafferSpeed1214) en Twitter en respecto al ciclo presentado en Cinépolis y a estos se sumaron los de otros usuarios como el de Dama de la Noche (@Black_Lady83) que expresó “Qué raro que en Polanco no vaya a estar esta cartelera”.
Problemas al comprar los boletos (tanto en Cinépolis como Cinemex) fue otra queja generalizada en redes sociales, además de que cibernautas del interior de la república pedían que se proyectaran las películas en sus complejos más cercanos.
También la difusión es algo que se quedó en la opacidad, ya que al menos Cinépolis y Cinemex dieron un impacto mínimo en sus cuentas oficiales de la red social del pájaro azul.
Esta iniciativa recuerda lo que en algún momento hizo la extinta exhibidora en México Cinemark –la cual fue adquirida por Cinemex– en la que durante un día en septiembre se podían ver reestrenos nacionales por solo 10 pesos, esta campaña tenía por nombre “Cinemark a la mexicana” y llegó a posicionarse durante varios años consecutivos, mucho antes de que se creara de manera institucional desde el Estado el Día Nacional del Cine Mexicano.