Rápido, generoso y trágico
Escuchar el nombre de Paul Walker significa recordarlo dentro de un automóvil. Gracias a su papel en la saga de “Rápido y furioso”, como el policía encubierto Brian O’Conner.
Adorado por fanáticos y fanáticas, Walker y la velocidad eran uno mismo. Muchos declararon la ironía de que muriera en un accidente automovilístico (el 30 de noviembre), pero la vida del actor giró alrededor de cuatro ruedas más allá de algunas películas.
Ana Paulina ValenciaEscuchar el nombre de Paul Walker significa recordarlo dentro de un automóvil. Gracias a su papel en la saga de “Rápido y furioso”, como el policía encubierto Brian O’Conner.
Adorado por fanáticos y fanáticas, Walker y la velocidad eran uno mismo. Muchos declararon la ironía de que muriera en un accidente automovilístico (el 30 de noviembre), pero la vida del actor giró alrededor de cuatro ruedas más allá de algunas películas.
Nacido el 12 de septiembre de 1973, Paul William Walker IV heredó la apariencia de su madre, quien era modelo, y obtuvo su primer papel en un comercial para la marca de pañales “Pampers” cuando tenía tan solo dos años.
Aunque no fue su primer papel, saltó a la fama al interpretar a O’Conner en “Rápido y furioso” y sus seis secuelas. La filmación de la séptima entrega fue pospuesta después de la trágica muerte de Walker.
En 1998 tuvo una hija con su entonces novia, Rebecca McBrain, a quien llamaron Meadow. La joven de ahora 15 años se mudó a California hace dos años para vivir con su padre.
Pese a la fama y los reflectores, Paul tenía como rol más importante el de ser padre, además era una persona altruista, generosa y solidaria, según declararon familiares y amigos cercanos.
Prueba de ello está la Reach Out Worldwide, una organización sin fines de lucro que fundó para realizar labores humanitarias y ayudar a personas damnificadas tras desastres naturales, desde el terremoto en Haití, en el 2010, hasta la reciente catástrofe por el tifón “Haiyan” en Filipinas.
Inclusive ese mismo año acudió a Constitución, Chile, para ayudar a los paramédicos tras un terremoto de 8.8 de magnitud.
Para esta última causa organizó, junto con su amigo Roger Rodas (un empresario, asesor financiero y filántropo salvadoreño que emigró a Estados Unidos), un show de automóviles en el que recaudarían fondos, en Santa Clarita, California.
Roger Rodas ofreció llevar a Walker a dar una vuelta en su nuevo Porsche Carrera GT 2005 y 30 minutos después se estrellaron contra varios árboles. Ambos perdieron la vida en el accidente que sucedió a las 3 de la tarde, aproximadamente.
Unas horas después del percance, el equipo del actor publicó la lamentable noticia a través de su página oficial de Facebook.
“Es con mucho dolor que confirmamos que Paul Walker falleció en un trágico accidente durante un evento de caridad para su fundación Reach Out Worldwide”, decía el comunicado, “era copiloto en el coche de un amigo, y ambos perdieron la vida”.
Las reacciones de sus coestrellas, seguidores y otras celebridades no se hicieron esperar.
Vin Diesel, que acompañó a Walker desde la primera película de la conocida saga, declaró que extrañaría mucho a su “hermano”, y que “el cielo ha ganado un nuevo ángel”.
Su entrenador en vida, Jesse Brisendine, declaró que durante una de sus sesiones Walker reveló que quería que su tumba dijera que “era un buen tipo y una linda persona”, pero aclaró que piensa que su amigo era mucho más que eso.
Un mensaje luctuoso –que se volvió viral– en una página supuestamente manejada por su hija Meadow sorprendió a los medios, pero sus representantes desmintieron que hubiese sido escrito por ella y pidieron a la red social cancelar la cuenta.