Desde 1989, los llamados “sprites” se han estudiado desde el cielo, espacio y tierra. Sin embargo, hay mucho que aún desconocemos sobre ellos. Probablemente alguna vez en la vida has visto uno y no fuiste consciente de la rareza que contemplaste.
Según la escritora de ciencia y ambiente, Lina Tran, los relatos escritos de inusuales destellos de luz relacionados con tormentas se remontan al siglo XVIII. El primer informe conocido es de 1730, cuando el jurista alemán Johann Georg Estor describió “destellos de luz directamente hacia el cielo” mientras miraba una tormenta.
Bucketlist capture early this morning over Kansas. After thousands of hours with TLE’s , finally a Giagantic Jet- still in disbelief. It also may be the furthest north ever captured- lots of analysis to do on this one. #kswx #okwx @NASAEarth pic.twitter.com/Jl9V7saUqL
— Paul M Smith (@PaulMSmithPhoto) May 31, 2022
Luego de más de 200 años, observar esas resultaba igualmente desconcertante. En la década de 1980, pilotos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), describieron “rayos que caían hacia arriba”.
Sin embargo, como sus observaciones no fueron captadas en cámara, la comunidad científica ignoró estas descripciones.
Fue hasta el verano de 1989 que un equipo logró capturar una mancha brillante en lo alto de las nubes. Como muchos afortunados descubrimientos científicos, fue por accidente. El grupo de investigadores de la Universidad de Minnesota probaba una cámara con poca luz cuando obtuvo las imágenes de este inusual fenómeno.
Más tarde, entre 1989 y 1991, videos tomados desde el transbordador espacial ofrecieron otra visión. Tales capturas promovieron una avalancha de interés en los fenómenos eléctricos de la atmósfera superior de la Tierra.
En 1994 se captaron los primeros “sprites” en color y se trianguló su posición sobre las tormentas eléctricas. Recibieron este nombre debido a su naturaleza escurridiza.
¿Qué son y cómo se forman los “sprites”?
Según la NASA, los “sprites” son una forma de evento luminoso transitorio (TLE), a menudo asociado con tormentas eléctricas.
El fenómeno se genera principalmente por rayos con carga positiva, que tienden a ser hasta 10 veces más fuertes que los de carga negativa.
Al mismo tiempo son mucho menos frecuentes; solamente 1 de cada 10 rayos son positivos. Por si fuera poco, no todos las descargas positivas crean un sprite. El Dr. Burcu Kosar, científico de la NASA, estima que sólo alrededor del 2 por ciento de los rayos positivos son lo suficientemente poderosos para activar sprites. ¿Increíble, no?
Cuando un rayo positivo envía una carga hacia el suelo, crea un campo eléctrico en el aire, por encima de la tormenta. Este campo produce una tensión en la atmósfera superior, por lo que calienta ahí partículas eléctricamente cargadas.
Después esas partículas excitadas interactúan con el nitrógeno de la atmósfera. Es ahí cuando se producen los destellos de luz de color rojo brillante. La comunidad científica denomina a este suceso como una falla eléctrica.
Te podría interesar: Es descubierto el mapa más antiguo del cielo nocturno oculto en un pergamino medieval; te contamos
Spritacular: el proyecto de ciencia ciudadana para capturar este fenómeno
Ahora que ya sabes qué es un sprite, también podrías formar parte de un proyecto de ciencia ciudadana para avanzar en su estudio. Se trata de una idea de la NASA que busca aprovechar el poder de la colaboración colectiva para investigar sobre este y otros TLE.
El proyecto de ciencia ciudadana tiene el objetivo de conectar a científicos profesionales con miembros de público a quienes les gustaría que su trabajo de cámara contribuya a estudios científicos.
El proyecto llamado Spritacular (un juego de palabras en inglés para “sprite” y “espectacular”) cerrará la brecha entre las capturas esporádicas que surgen en Internet y la comunidad científica. Así lo dijo el Dr. Kosar, investigador principal del proyecto.
Cabe destacar que los sprites se encuentran a unos 80 kilómetros de altura, muy por encima de las tormentas. Aparecen momentos después de la caída de un rayo. Por ello, la mejor manera de capturar uno sería observar una tormenta eléctrica desde una distancia considerable.
Todavía hay pocas observaciones de sprites y otros TLE, por lo que hay mucho de lo que no sabemos. Según la NASA, algunas de las principales preguntas incluyen:
- ¿Con qué frecuencia aparecen los sprites? ¿Por qué toman las formas que toman?
- ¿Qué condiciones en la atmósfera superior desencadenan la iniciación de los sprites?
- ¿Cómo afectan los sprites al circuito eléctrico global de la Tierra y cuál es su contribución a la energía en la atmósfera superior de la Tierra?
- ¿Cómo se conectan los duendes con las ondas de gravedad, que envían ondas de energía impulsadas por el viento a través de nuestra atmósfera superior?
Es por ello que el Sprictacular busca la cooperación ciudadana. Responder a estas preguntas podría conducir a grandes avances en la ciencia de la atmósfera superior de la Tierra.