¿Qué podemos hacer?
La contaminación no solamente son las fotos de China bajo el smog o los ojos irritados de los turistas en la Ciudad de México. La contaminación es un enemigo que afecta al planeta y sus habitantes con una fuerza cada vez mayor, y que conlleva factores de riesgo para la salud, la economía y el progreso del mundo.
María Alesandra Pámanes
La contaminación no solamente son las fotos de China bajo el smog o los ojos irritados de los turistas en la Ciudad de México. La contaminación es un enemigo que afecta al planeta y sus habitantes con una fuerza cada vez mayor, y que conlleva factores de riesgo para la salud, la economía y el progreso del mundo.
Te preguntarás si es necesario alistarse en una asociación “verde” o si debes dejar de manejar tu coche para poder contrarrestar los estragos de la contaminación. Pero la respuesta es “no”, no se requiere tomar decisiones radicales para combatir a este monstruo que causa la muerte de 5.5 millones de personas en el mundo, de acuerdo al estudio presentado por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).
Para el 2050, las muertes causadas por la contaminación en el aire podrían llegar a ser 6 millones anuales, de acuerdo a una investigación publicada por la revista científica Nature.
El Informe Nacional de Calidad del Aire 2013 estimó que la contaminación en el aire provocó alrededor de 20 mil 500 muertes en México, en el 2010.
De hecho, las estimaciones presentadas por la AAAS indican que la contaminación del aire causará entre 990 mil y 1.3 millones de muertes prematuras en el 2030, tan solo en China. Junto con India, este país es de los más afectados por este problema medioambiental.
Por ello, en países como los mencionados se deberán aplicar políticas para la restricción de la combustión del carbón y de las emisiones a la atmósfera.
Qiao Ma, investigadora de la Universidad Tsinghua de Pekín, señaló que el estudio de la AAAS “subraya la necesidad urgente de estrategias más agresivas para reducir las emisiones derivadas del carbón y de otros sectores”.
Por otro lado, en India la contaminación causó el deceso de 1.4 millones de personas en el año 2013. “India necesita abordar tanto la combustión de carbón industrial, como las quemas para la agricultura y las fuentes de contaminación de los propios hogares”, indicó Chandra Venkataraman, profesora de Ingeniería Química del Instituto Indio de Tecnología de Bombay.
Pero, ¿qué podrías hacer tú? Si no eres parte de un organismo gubernamental, tampoco estás dentro de la fundación que lucha por cuidar al planeta y/o consideras que es un problema ajeno, deberías de pensar dos veces y comenzar a hacer cambios en tu vida.
Con tan solo balancear el uso del coche, por ejemplo, podrías contribuir para lograr el cambio y ayudar a disminuir las muertes prematura por esta causa. O bien, protegerte de ser una víctima más.
Enfermedades ‘medioambientales’
Estudios han demostrado que la contaminación en el aire provoca insuficiencia cardiaca en personas con corazones débiles, publicó BBC. La situación es tal que “una máscara podría ser una solución efectiva para reducir la exposición (a los contaminantes en el aire)”, subrayó Alison Gowers, de Public Health England (PHE). Los ciclistas y peatones podrían comenzar a aplicar esta medida preventiva.
Además, dependiendo del nivel de exposición a los agentes contaminantes, así como la resistencia física de cada persona, la contaminación en el aire causa reacción alérgica a través de estornudos y tos, irrita los ojos por el ozono y las partículas suspendidas, reseca las muscosas y provoca comezón en la piel.
Es muy probable que hayas pasado de una gripa a una especie de neumonía en algún momento del año, sin importar la temperatura (frío o calor), ni la estación en la que te encontrabas. Eso es una consecuencia de la contaminación.
El agotamiento físico, cansancio, la baja productividad, el insomnio y mareos son también producto de este enemigo global. A su vez, puede provocar enfermedades como cáncer de pulmón y de vejiga. Las personas respiramos alrededor de 10 ml de aire al día, por lo que los pulmones reciben dosis considerables de contaminantes (plomo, diesel y material fecal), lo que aumenta el riesgo de desarrollar padecimientos, entre los que también destacan problemas respitatorios como enfisema pulmonar y cáncer bronquial.
No solo eso, también disminuye la capacidad de la sangre para llevar oxígeno y aumenta el riesgo de padecer enfermedades digestivas y vasculares.
Granitos de arena
La clave para combatir un problema de este tipo, cuyas consecuencias son globales y aumentan mientras transcurren los días y las medidas no se refuerzan, está en cambiar los hábitos diarios y alzar la voz para que se repliquen a nivel social.
Si vas a un lugar cercano, no utilices el coche y en su lugar acude en bicicleta o caminando.
No quemes basura y en época de frío evita la leña, el uso de calentadores de agua y la pirotecnia.
Aunque no estés del todo involurado –o no sea de tu interés– trata de acudir a actividades que fomenten estilos de vida sustentables.
Aprovecha la redes sociales para pasar la voz y unirte a movimientos que promuevan la aplicación de techos y paredes verdes, y enfócate en llevar ritmos de vida que te recuerden el cuidado del planeta y los que vivimos en él.
México bajo la nube
Un estudio a cargo del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), reportó que si se siguen los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México se salvarían alrededor de 2 mil 170 personas en las zonas metropolitanas del Valle de México, Monterrey y Guadalajara. Se tomaron en cuenta datos del 2010.
Si no se sigue lo que estipula la OMS, la cifra a nivel nacional sería de mil 317 personas.
Y es que tan solo en México, las causas pulmonares representan el noveno lugar como factor de riesgo, lo que significa que “461 mil 454 años de vida perdidos ajustados por discapacidad” en el 2014, de acuerdo al Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la contaminación atmosférica se tradujo en los mayores costos ambientales en el 2012, los cuales ascendieron a 532 mil 679 millones de pesos, lo que equivalió al 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto.
En el país, los estragos y consecuencias de la contaminación van mucho más allá de solamente estar bajo el smog, pues son un problema que nos sitúa entre los nueve países con mayor número de muertes por esta causa.
De acuerdo a los registros hasta el 2013, el reporte titulado “La calidad del aire en América Latina: Una visión panorámica”, elaborado por el Clean Air Institute reveló que entre el 2000 y el 2009 se registraron 38 mil decesos en México por enfermedades cardiopulmonares (todas derivadas de la contaminación en el aire).
Hasta 2011, la Emisión de Base de Datos para la Investigación Atmosférica Global arrojó que México emitió 450 mil kilotoneladas de dióxido de carbono (CO2). Más del 85 por ciento de la población del mundo vive en zonas donde se excede el límite de 25 microgramos por metro cúbico establecido por la OMS.
Según la OMS, la contaminación ambiental provocó 90 mil muertes entre 2006 y 2012, en la República Mexicana. La guerra contra el narcotráfico fue la causa de 70 mil decesos en dicho periodo de tiempo.
El IMCO ha señalado que si no se toman las medidas necesarias para que se fomenten políticas públicas efectivas para tener una mejor caldiad del aire, se tendrían pérdidas económicas de hasta 20 mil 300 millones de pesos, para el año 2018.