El primer pensamiento de un dueño cuando un perro come pasto es la preocupación de que este comportamiento podría ser peligroso. Sin embargo, esta conducta no es del todo negativa y, aunque no hay certeza sobre su utilidad, tampoco hay evidencia de que pueda poner en riesgo la salud del can.
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Comer pasto, un origen salvaje
Según Purina, una empresa especializada en la fabricación de alimentos para mascotas, el hecho de que un perro coma pasto está relacionado con su origen salvaje, ya que se considera que los perros son descendientes de lobos y zorros, mamíferos que suelen consumir pasto para regular su función intestinal.
En estas especies, la dieta en libertad incluye no solo carne de otros animales que cazan, sino también bayas y hierbas del campo, o que ingieren de sus presas, que son animales herbívoros.
Vómito y otros riesgos
Aunque comer un poco de pasto no representa peligro para la mayoría de las mascotas, si la conducta está muy marcada o se acompaña de síntomas como vómito, es necesario consultar a un veterinario.
Es importante destacar que no todas las hierbas son benéficas para un perro, ya que existen ciertas plantas cuya composición orgánica es tóxica para su dieta, representando un riesgo.
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Nutrición y buena digestión
Un estudio de la Universidad de Georgia, publicado en 2014 por la revista científica WebMD, señala que el 80 por ciento de los perros ingieren plantas o pasto no sólo como parte de su hábito evolutivo, sino también por otras dos razones que benefician a los perros.
Este estudio afirma que un perro podría consumir pasto para aliviar el dolor de estómago, especialmente en casos de indigestión, ya que esto lo inducirá a vomitar y vaciar su estómago.
También podrían comer pasto si han ingerido un cuerpo extraño y quieren expulsarlo. El pasto aporta fibra, promoviendo así una buena digestión.
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Desparasitación y hambre
Otra investigación dirigida por el etólogo Stanley Coren reveló que es común que los perros coman hierba para expulsar parásitos, ya que el 22 por ciento de los canes analizados mostraron vómitos o diarreas después de la ingesta, llevando a los expertos a concluir que los perros no comen pasto para purgarse.
Por otro lado, un análisis realizado en 2007 por la Universidad de Nueva Inglaterra en Australia sugiere que los perros ingieren hierba con mayor frecuencia cuando están hambrientos que cuando están saciados, explicando así la conducta en algunos perros sin hogar.
Sin embargo, este no podría ser el único motivo, ya que según otra investigación de la Universidad de California, los perros también ingieren plantas y hierbas para complementar su dieta cuando presentan deficiencias nutricionales.
Perros podrían ser envenenados
Si bien el acto de comer pasto no presenta inherentemente riesgos, es importante evitar que tus perros ingieran pasto en espacios públicos como parques, ya que se han registrado casos en los que personas han dejado veneno en estos lugares con la intención de perjudicar a los animales.
Lo recomendable es que tu perro se abstenga de consumir cualquier cosa del suelo en entornos urbanos, ya que esto podría poner en peligro su vida. Además, existe el riesgo de contraer enfermedades transmisibles para las cuales el perro no está vacunado, subrayando así la importancia de seguir rigurosamente la cartilla de vacunación.
En resumen, aunque el consumo de pasto es un comportamiento común en los perros con ciertos beneficios para la digestión, es esencial supervisarlo de cerca para prevenir complicaciones o intoxicaciones, especialmente al pasear en áreas públicas.
