¿A qué le tira?
La televisión mexicana, esa experta productora de teledramas y tragicomedias al muy puro estilo latinoamericano pareciera que está atravesando una especie de "reinvención", en la que toma en cuenta todo menos al público.
María Alesandra Pámanes
La televisión mexicana, esa experta productora de teledramas y tragicomedias al muy puro estilo latinoamericano pareciera que está atravesando una especie de “reinvención”, en la que toma en cuenta todo menos al público.
Traer a la vuelta una fórmula de reality show que hace más de 15 años causó revuelo en países de Europa, “Big Brother”, cancelar un programa familiar que ha estado al aire por generaciones (“En familia con Chabelo”), apostarle a las teleseries extranjeras y lanzar remakes y refritos de historias que muchos vieron hace menos de 10 años, es parte de esta nueva “era”.
Y es que, aunque Televisa no es el único canal en la TV mexicana, sus programas dominan los ratings y sus telenovelas –algunas– siguen siendo exitosos productos de exportación.
“Big Brother 2015” no podría estar más desangelado. Ni siquiera porque, a diferencia de la primera versión en el 2000, actualmente se cuenta con el apoyo de redes sociales y tanto la televisión como el cine y la publicidad han logrado crear una sinergia entre las plataformas digitales para atraer a las grandes masas.
Por otro lado, muchos agradecieron la cancelación del programa “Laura”, conducido por la controversial Laura Bozzo. Su fórmula y producción eran un insulto hasta para el televidente que lo que menos desea es echarle cabeza a una emisión vespertina. Tras anunciar que con el fin del 2015 culminaría también su programa, Bozzo dijo que traerá un nuevo formato televisivo… como ya lo ha dicho en otras ocasiones.
Pero, sin duda, la cancelación de “En familia con Chabelo” es uno de los cambios que más repercutirán en el público quien, pese a todo, tiene la última palabra.
Dejar fuera del aire una emisión que ha reunido a más de tres generaciones y darle a una figura de la televisión de la talla de Xavier López “Chabelo” la despedida de cualquier celebridad debutante es lo que tiene con mayor descontento al público.
¿Qué dice el público?
Si antes de que se cancelara su programa Chabelo ya era meme, recientemente se convirtió en una explosión viral. Miles de usuarios expresaron su descontento ante la decisión de Televisa de dar por terminado el ciclo de “En familia con Chabelo”, y lo hicieron a través de –precisamente– memes y mensajes en las diversas plataformas sociales en línea.
A través de Internet circuló un video en el que Xavier López “Chabelo” agradece a Emilio Azcárraga Milmo y se despide. El clip destaca por su mala calidad, lo que también molestó a algunos usuarios, ya que Chabelo ha sido empleado de Televisa por cuatro décadas y merece una despedida equivalente a su trayectoria.
“Todo en la vida tiene un ciclo, un principio y un final, ‘En familia con Chabelo’ empezó hace 48 años (…). Hoy a 48 años de distancia solo me resta agradecerles a ustedes y a don Emilio Azcárraga Milmo (el fallecido propietario de la cadena Televisa), el haberme dado la oportunidad”, dice López en el video.
Aunque la televisora le hará un homenaje al actor, conductor y comediante, lo cierto es que su salida representa el fin de una era en la televisión mexicana.
Grandes y pequeños han visto su emisión a lo largo de varias generaciones y es casi seguro que la Mueblería Troncoso (patrocinador del programa durante 44 años), le deba el éxito de sus ventas al “amigo de todos los niños”.
‘¿Qué pasó mi cuate?’
En verano de 2014, Chabelo fue acusado por El Poder del Consumidor por violar la ley que prohíbe que se emitan comerciales de dulces, botanas y bebidas azucaradas en un horario de las 7:00 a 19:30 horas durante los fines de semana. Esto debido a que el “amigo de todos los niños” anunciaba ese tipo de productos en su programa dominical.
El director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, declaró el año pasado que “esos mismos televidentes que no pueden pagar los costos de la diabetes entre sus familiares, esos televidentes que desde temprana edad son inducidos por Televisa al consumo de comida chatarra, generaciones de Chabelo chatarra”.
¿Qué hace falta?
La adaptación no es lo mismo que “refritear” un producto, y mucho menos si se trata de un producto que contó con actuaciones estelares y técnicamente lo mejor que puede ofrecer dicha televisora (o cualquier otra).
Antes, se adaptaban historias que habían formado parte de una generación completamente distinta y se traían a la actualidad con todo lo que eso conlleva.
Sin embargo, ahora se hacen remakes de telenovelas que estaban al aire hace 10 años o inclusive menos tiempo, con la diferencia de que en los 80 y 90 se adaptaron historias sesenteras y setenteras con lo mejor que se podía ofrecer en la época.
¿Qué sucede? El público no “se gancha” y los ratings le pertencen a “garbanzos de a libra”. Eso sin contar que el talento juvenil brilla por su ausencia, los protagonistas en horarios estelares pasan los 40 o 50 años, y las estrellas jóvenes se opacan solas frente a los pocos primeros actores que aparecen en pantalla (y que cuentan con una trayectoria que incluye cine, radio y teatro).
Ese es el ejemplo de “Pasión y Poder”, telenovela que cuenta con actores “maduros” como Fernando Colunga, Jorge Salinas, Susana González y Marlene Favela, a quienes los ponen con hijos que podrían ser sus hermanos.
Esta telenovela intenta dar en el blanco pero se pierde en el acto. Colocar créditos iniciales al estilo serie estadounidense o europea y alejarse de la clásica historia de la Cenicienta no ha sido del agrado de los televidentes.
El problema no son las telenovelas y tampoco radica en el mega éxito que son las series actualmente (que se encuentran en plataformas como Netflix o en la propia TV), sino en la falta de historias originales, la ausencia de guionistas que sepan el sentido de adaptar una historia y, por supuesto, en el déficit de talento juvenil histriónico. Además, los directores de escena pareciera que están pegados a sus smartphones en los ensayos, pues son pocos los actores que saben lograr una escena como la televisión lo requiere (con todo y el apuntador).
Las telenovelas siempre se van a consumir. Ya sea en formato “teleserie” o sitcom, lo cierto es que el melodrama sigue siendo un producto rentable en la televisión, sobre todo a nivel nacional (e internacional si se exporta a otros países).
Teleseries de importación
Narcoseries, series originales de Netflix y la facilidad que hay actualmente para que cualquiera pueda disfrutar de los capítulos que quiera a la hora que más le convenga le ha dado un golpe duro a la TV mexicana, pero en su mayoría el público en el país sigue atento a lo que canales como Televisa puedan ofrecer.
Por ello, Televisa tiene la mira en producciones que si bien se distribuyen en plataformas digitales, se emitieron originalmente en canales de TV extranjera. Ese es el ejemplo de “Gran Hotel”, la serie española de Antena 3 que se transmitió entre 2011 y 2013, la cual será adaptada por Televisa y se transmitirá en el 2016.
A final de cuentas, es una telenovela disfrazada de serie y ese tratamiento tendrá en la empresa a cargo de Emilio Azcárraga Jean.
Si se vuelve un éxito lo más probable es que eso se deba a una buena adaptación de la historia y a que el elenco tiene a figuras que al menos tienen más de 20 años de trayectoria en cine y TV, tales como Diana Bracho, Daniela Romo y Jesús Ochoa.
Y si no, quienes aún añoran propuestas nacionales televisivas de buena calidad seguirán viendo las telenovelas que se repiten antes de la hora de la comida y en los canales en los que “recordar es volver a vivir”.