¡Ah, el amor! Este y todos los 14 de febrero los enamorados salen a las calles a celebrar que decidieron estar juntos y comenzar una relación de pareja.
Hombres y mujeres no dudan en presumir con globos, peluches y flores que el amor llegó a sus vidas y, aunque sea fin de quincena, no escatiman en gastos para demostrarle a sus parejas que las quieren no sólo de forma sentimental, sino también material.
El enamoramiento, dicen, es una de las etapas que más disfruta el ser humano. Pero no es porque encontrar a “la media naranja” provoque felicidad absoluta que llega de forma mágica a nuestros cuerpos.
En realidad todo se trata de reacciones químicas que ocurren en el cerebro y provocan bienestar a nuestros cuerpos. Sensaciones que nos hacen sentir tan bien que, a menudo, pueden provocar efectos muy similares a las drogas.
Por lo tanto, si alguna vez has sentido que “eres adicto” al amor, no estás tan alejado de la realidad.
Efectos físicos permanente no existen, pero el cuerpo sí experimenta cambios y efectos notorios cuando se está enamorado.
Dilatación de pupilas, aceleración del ritmo cardiaco e incluso sentir que se tiene mucha energía es normal, debido a que el enamoramiento provoca que el cerebro libere grandes cantidades de norepirefrina.
Esa sustancia podría ser algo similar a un “cupido” de la vida real, convertido en química. La norepirefrina provoca que el corazón se acelere cuando se está cerca de la persona que nos “flechó”.
El cuerpo también libera glucosa, así que el amor sí es un tanto empalagoso. La glucosa, combinada con la adrenalina, ayuda a sentirnos siempre con energía. Es por eso que, cuando ves a esa personas, te sientes revitalizado.
Otra sustancia que el cerebro libera es la dopamina, la cual provoca una mayor capacidad de concentración, nos hace sentir eufóricos y, por si fuera poco, se encarga de aumentar el deseo sexual.
Sin embargo, cuando estás enamorado y estás lejos del ser amado, puedes llegar a sentir que esa persona no sale de tu cabeza y seguro más de uno te ha dicho que el amor “te trae por las nubes”. Eso es culpa de la serotonina, la cual disminuye cuando estás en esa etapa.
Si cuando estás con tu pareja sientes que no hay nada más a su alrededor, eso se debe a que el cerebro, en complicidad con los ojos, generan un efecto llamado “visión túnel”, con el cual, el sentido de la vista se concentra exclusivamente en aquello que le provoca sensaciones positivas.
¿Necesitas más razones para enamorarte?
Tal vez te interese saber que, de acuerdo con un estudio publicado con la revista Frontiers of Human Neuroscience, el cerebro modifica y se siente estimulado en 10 áreas distintas, las cuales provocan que nos sintamos motivados, emocionalmente tranquilos y además, dejemos de buscar recompensas por todo lo que hacemos.
Disfruta mientras puedas la etapa de enamoramiento; recuerda que esa sensación no es eterna y, según especialistas, dura de entre 3 meses hasta un año.