La actriz Adriana Moles considera los castings como parte de un sistema arcaico y caduco que, lejos de aportar beneficios, limita el talento de las actrices y actores. Este pensamiento fue uno de los principales motivos que la impulsaron a escribir “Divas de Corredor”, espectáculo que celebra este año 200 representaciones.
En esta obra, Moles ahonda en su crítica hacia los castings, percibiéndolos como formas falsas e injustas debido a su formato riguroso. La actriz abona a esta perspectiva al cuestionar la estrechez del sistema, que reduce la capacidad de los participantes a respuestas predeterminadas.
“Los castings, en su formato actual, limitan la posibilidad de descubrir talento y humanidad. Como jurado, he notado que cambiar la forma de preguntar podría revelar un espectro más amplio de talentos. Los productores están perdiendo grandes histriones al aferrarse a métodos anticuados”, opinó la actriz en entrevista con Reporte Índigo.
En “Divas de Corredor”, la autora desafía la eficacia de estos métodos y plantea a los productores la necesidad de cuestionar estas prácticas, abogando por una revisión profunda que permita descubrir talento en contextos más auténticos.
Este espectáculo fusiona teatro cabaret, clown y una selección de cantos populares e internacionales, así como arias operísticas, para sumergir al espectador en la imaginación de Madame Bijoux du Jour. Esta anti-diva comparte sus experiencias de casting, revelando que nunca obtuvo un papel significativo.
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El problema de dejarse llevar por la presión social
A lo largo de este peculiar viaje, la actriz explora los personajes que ha encarnado, desde Doña Clemen, la del cantabar, hasta la cantaora Chiti de Sevilla. Además, se devela la entrañable relación que mantiene con Monique, su amiga imaginaria, quien constantemente la invita a brindar, mientras Madame Bijoux du Jour reflexiona sobre los pasillos recorridos en vano y las oportunidades perdidas que nunca la condujeron al éxito.
“Es una obra que habla sobre la presión social para tener éxito, para sobresalir, triunfar y competir, lo que pasa en la psique de una persona que sale de lo normal, del sistema. Paradójicamente, también habla sobre la presión del éxito, vemos que nuestra diva sí ha tenido mucho éxito y ha sido por un lugar muy inesperado”, agrega Moles.
“Ver el arte en cada persona es esencial; deshumanizar conduce a la inteligencia artificial. Encasillar a artistas limita el desarrollo del arte y la humanidad. Preferir perfección artificial no es arte, sino tecnología. Confinar a personas en moldes las despoja de su esencia, llevando a muchos a sentir que la existencia carece de sentido al construir sus vidas en ideas limitadas”, continúa la actriz.
“Divas de Corredor” sumerge en un viaje íntimo y evolutivo que explora la presión social para triunfar y sobresalir en la sociedad. La obra va más allá de la esfera artística, adentrándose en la psique de aquellos que se desvían de las normas establecidas, desafiando el sistema convencional.
Con el paso del tiempo, esta obra ha logrado un éxito significativo desde un lugar inesperado, arraigándose en la honestidad del contacto humano. La obra rica en conexiones íntimas, ha experimentado una evolución notable desde su concepción inicial hasta la actualidad.
“Uno de los cambios más destacados es la introducción de un pianista real, Vinicio, un virtuoso del humor y el cabaret. Este giro aporta una dimensión única, convirtiéndose en un componente esencial que representa el 50 por ciento de la fórmula de éxito. Aunque sigue siendo un monólogo, la presencia del aspecto musical, sumado al ingenio del pianista humorista, ha creado una experiencia teatral única”, expone Adriana.
La combinación de humor, música y la sinceridad con la que establecen contacto con la audiencia ha demostrado ser una fórmula de éxito paradójica y a la vez muy impactante. Al respecto, el propio Vinicio ahonda en su sentir al acompañar a Adriana Moles en la celebración por sus 200 representaciones y ser parte de la pieza.
“Ha sido un trayecto bastante bonito, creo que la música siempre adereza o acompaña a la vida en general. En este caso, la historia trata de una diva que cuenta sus memorias. Es una historia, que si bien tiene tintes de comedia, tiene un trasfondo de querer tener éxito y qué sucede cuando no”, opina Vinicio Marquina.
El músico también reflexiona sobre el significado del éxito y cómo a través de esta pieza se cuestiona, pues para él, se puede medir de acuerdo a los parámetros de cada persona.
“El éxito es una situación meramente subjetiva o tendría que ser así, desgraciadamente vivimos permeados por cierta línea que socialmente de pronto nos apabulla. Por ejemplo, en el medio artístico, este concepto permea nuestra psique y objetividad. Nos enfrentamos a la presión de creer que el reconocimiento es sinónimo de éxito, como si la falta de notoriedad automáticamente relegaba a alguien al fracaso. En realidad, el éxito no debería medirse por la fama; ser una figura conocida no garantiza el logro personal”, resalta el pianista.
Marquina sostiene la creencia de que el éxito no debería definirse por la fama. Ser una figura pública no garantiza una realización personal plena. Él aboga por un constante replanteamiento de la noción de éxito, especialmente en el ámbito personal. Considera que este reajuste es esencial, y destaca la importancia de la salud mental en este proceso.
En su búsqueda por desvincular el éxito de la notoriedad externa, “Divas de Corredor” enfatiza la necesidad de enfocarse en el bienestar interno como un verdadero indicador de triunfo. Al hacerlo, aspira a liberarse de las presiones sociales y a abrazar una definición más auténtica y satisfactoria del éxito en su vida.
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Redefinir el éxito
La obra “Divas de Corredor” invita a una profunda reflexión sobre el concepto del éxito. Cada espectador se ve confrontado con la necesidad de replantearse qué significa realmente triunfar en la vida. La protagonista, a pesar de sus vicios y delirios, emerge como una triunfadora en su propio universo, aferrándose a su arte y persistiendo en sus sueños.
“La trama destaca la importancia de cambiar la percepción convencional del éxito y de liberarse de creencias limitantes. Invita a cuestionar qué representa el éxito a nivel personal y a construir una red de apoyo para alcanzar los sueños.
El éxito no radica en la conformidad con las expectativas externas, sino en la autenticidad y la perseverancia hacia los propios ideales”, puntualizó Adriana Moles.
“Divas de Corredor” se llevará a cabo los días 18 y 25 de enero en el Teatro Bar El Vicio, a las 21:30 horas
