La persona con la que “chateas” no puede asegurar cómo te sientes. Puedes incluir un emoticon que exprese felicidad, pero eso no significa que quien esté del otro lado del monitor podrá hacer un diagnóstico preciso de tu estado emocional, a diferencia de una computadora.
Un estudio encabezado por la Universidad de Tecnología Islámica, en Bangladesh, demostró que el programa de una computadora pudo reconocer con exactitud la felicidad (87 por ciento de las veces) y la ira (81 por ciento de las veces) de un grupo de personas con base en su forma de escribir en el teclado.
“Si podemos construir cualquier sistema que sea lo suficientemente inteligente como para (…) detectar las emociones del usuario y cambiar su comportamiento en consecuencia, entonces el uso de máquinas podría ser más efectivo y amigable”, dice el estudio, cuyos resultados fueron publicados en Behavior & Information Technology.
Un sistema de enseñanza en línea con inteligencia emocional podría ser una de las aplicaciones potenciales de este tipo de software que detecta las emociones humanas. Podría “cambiar su estilo de enseñanza o contenidos, cambiar la interfaz, dándole una apariencia más atractiva y fácil de entender de acuerdo con el comportamiento emocional de un estudiante en particular”.
Como parte de la investigación, se realizaron una serie de experimentos en los que se utilizaron diversos algoritmos de aprendizaje automático para analizar el ritmo de las pulsaciones del teclado y los patrones de texto y, con ello, detectar emociones.
A decir de los expertos, este tipo de dinámicas forman parte de un campo de investigación conocido como “informática afectiva”, que detecta la emoción de un usuario en un momento en particular.
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