Publicidad ‘pareja’
Fue difícil evitar echar una carcajada al ver la imagen en redes sociales. Se trata de Fernando Colunga, con el pecho descubierto y aceitado, el pelo revuelto y barba de candado, empujando sus jeans hacia abajo con un dedo, y la leyenda “¿La tienes muy grande? Que se note en la pensión alimenticia”.
Ana Paulina ValenciaFue difícil evitar echar una carcajada al ver la imagen en redes sociales. Se trata de Fernando Colunga, con el pecho descubierto y aceitado, el pelo revuelto y barba de candado, empujando sus jeans hacia abajo con un dedo, y la leyenda “¿La tienes muy grande? Que se note en la pensión alimenticia”.
La imagen es viral y parodia a la “infame” campaña “No le des la espalda, dale pecho”, del gobierno del Distrito Federal, encabezado por Miguel Ángel Mancera. En la publicidad original aparecen actrices como Maribel Guardia y Camila Sodi, posando sin blusa y con el texto –en un fondo blanco– cubriendo sus senos.
La iniciativa original recibió reacciones negativas, por lo que tuvo que ser retirada. Y la parodia que utiliza a Colunga –quien, por cierto, no tiene hijos– busca llamar la atención hacia uno de los aspectos más criticados del concepto: la explotación de la figura femenina con tintes sexuales, aún en una campaña dirigida a otras mujeres.
En sus zapatos
Las mujeres están acostumbradas a percibir su cuerpo como un objeto de deseo, sin importar su talla, silueta o edad, y muchos de los proyectos de concientización contemporáneos se enfocan en hacer a los hombres reconocer una realidad que les es ajena.
En febrero, un cortometraje elaborado en el 2009 por la cineasta francesa Eléonore Pourriat, tomó revuelo tras ser compartido en YouTube.
Se llama “Mayoría oprimida” y muestra un mundo en el que los papeles de hombres y mujeres se invierten: un hombre es acosado sexualmente, e incluso atacado con violencia tras responder a los avances de un grupo de mujeres, e ignorado cuando intenta reportarlo a las autoridades –también mujeres.
Es francamente aterrador, pero para muchas mujeres es una historia común, que han asimilado pero contra la que luchan todos los días.
En el 2010, el corto “Por la calle”, de tono humorístico, trató el tema de la misma forma pero con mayor ligereza, limitándose a transmitir la incomodidad que los piropos no solicitados pueden producir en quien los recibe.
Aunque tiene un final inesperado, hace un buen trabajo empalizando con el sentimiento de inseguridad de muchas mujeres.