De bueno no tiene nada

Deja a un lado la economía y los caprichos, el Buen Fin de bueno no tiene nada y puede perjudicar directamente tu salud mental.

 

Y eso no significa que no puedas encontrar una buena ganga o que no puedas adquirir aquello que sí necesitas y te conviene por su precio durante este fin de semana. Sino que, fuera de las ofertas, el 

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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33%
de las personas que son compradoras compulsivas no sabe que tiene una adicción, según el Informe Europeo sobre Adicción al Consumo

Deja a un lado la economía y los caprichos, el Buen Fin de bueno no tiene nada y puede perjudicar directamente tu salud mental.

 

Y eso no significa que no puedas encontrar una buena ganga o que no puedas adquirir aquello que sí necesitas y te conviene por su precio durante este fin de semana. Sino que, fuera de las ofertas, el 

Buen Fin solamente es una manera en la que las tiendas y marcas –físicas y en línea– se aprovechan del consumidor y de su vulnerabilidad, sobre todo en una época del año en que aumentan los casos de Trastorno Afectivo Estacional (SAD, en inglés), conocido como una depresión estacional.

 

Y es que el Buen Fin está pensado estratégicamente. Es previo a Thanksgiving y Navidad, y se lleva a cabo después de una quincena.

 

Además, este fin de semana también destaca por ser en pleno otoño, una temporada de nostalgia, depresión y añoranza.

 

Los síndromes afectivos tienen mayor incidencia en mujeres que en hombres, y se presentan con mayor frecuencia en personas de entre 18 y 30 años, durante esta estación del año.

 

Reflexiona y así como en tu infancia te compraban un premio de consolación cuando estabas triste o desanimado, en la juventud y edad adulta sucede algo similar. Con la diferencia de que se obtienen deudas y cargos innecesarios en las tarjetas.

 

Un análisis publicado en la revista científica American Journal of Psychiatry señaló que con la facilidad que ofrecen las compras en línea, más del 10 por ciento de la población en Estados Unidos es comprador compulsivo.

 

Hasta 2013, en México, esa cifra era del 15 por ciento, de acuerdo al Banco de México, que a su vez reveló que tras el Buen Fin ese año, las deudas de los hogares mexicanos ascendieron 14.1 por ciento de lo que produce el país cada año (es decir, 2.1 billones de pesos).

 

No caigas en tu propia trampa

 

Expertos en psicología recomiendan que, sea o no durante el Buen Fin, cuando salgas de compras vayas acompañado. Eso evitará que adquieras cosas que no necesitas y te distraerá al ir caminando por los anaqueles y los aparadores.

 

Si te sientes triste, mejor prende Netflix y selecciona las películas más dramáticas que encuentres para que llores sin cesar y no salgas a comprar. 

 

Una investigación de las universidades de Stanford y Harvard reveló que la tristeza afecta 

directamente cuando la persona sale de compras. Y entre sus resultados destacó que las personas tristes que se fueron de compras estaban dispuestas a gastar hasta 300 por ciento más dinero por 

un producto que no necesitan.

 

Comprar   vs.  malgastar

 

Además de ir acompañado, recién comido y con un presupuesto suficiente y limitado, expertos en psicología recomiendan lo siguiente para evitar las compras compulsivas:

 

• Elabora una lista y un plan de lo que comprarás

 

• No acudas cuando tengas mucho tiempo libre

 

• Si te sientes triste o desanimando, no compres (ni en línea).

 

• Así como con la ludopatía, la persona que compra compulsivamente puede requerir ayuda profesional.

 

• Comienza a ahorrar. Los compradores compulsivos difícilmente lo hacen.

 

Durante el otoño-invierno aumentan los casos de trastornos afectivos, lo que infiere directamente en las compras

 

Compras y comes

 

Los cambios de humor durante los trastornos estacionales (que también se les llama “winter blues”, en inglés), afectan no solamente el estado de ánimo y el comportamiento, ya que también alteran los hábitos alimenticios.

 

Irónicamente, esto se puede combatir –y prevenir– con cierto tipo de comida. 

 

En lugar de que te llenes de golosinas y comida chatarra para satisfacer tu ansiedad, opta por almendras, arándanos o chocolate amargo. De acuerdo a una investigación publicada en la revista científica Journal of Psychopharmacology, las personas que consumieron 500 miligramos de ese tipo de  chocolate una vez al día –a lo largo de 30 días– se sintieron más calmadas y felices que quienes no lo consumieron, o quienes comieron este alimento en menor cantidad.

 

Comprar sí trastorna

 

La oniomanía, que en inglés se conoce como “Compulsive buying disorder” (CBD), se trata de un trastorno psicológico que se distingue por las ganas desenfrenadas de querer comprar, sin tener una necesidad real. Este tipo de trastorno es muy común en las personas que tienen problemas de autoestima y estado de ánimo.

 

El problema de esta psicopatología es que está asociada con otros trastornos como depresión y en algunos casos con bipolaridad.

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