Prueba perfecta, por una sociedad sin patriarcado
Rodrigo Nava dirige Prueba perfecta, puesta en escena que aborda temas del machismo y la misoginia, así como la importancia del cuidado de la salud mental
Karina CoronaHay obras que, de acuerdo con Rodrigo Nava, director de cine y teatro, ojalá no estuvieran vigentes por las temáticas que abordan, como es el caso de su actual montaje Prueba perfecta, pieza que se estrenó el pasado 4 de marzo en el Foro Shakespeare.
El texto original, Proof, fue escrito por el dramaturgo estadounidense David Auburn y se estrenó en Broadway en 2000, desde entonces ha cosechado múltiples éxitos; por ello, al buscar una pieza y un guión complejo que lo retaran personal y profesionalmente, Nava asumió el reto de llevarla a escena.
“La obra nació del patriarcado que vivimos y es muy importante reflexionarlo, no sólo en marzo, debería de ser en todo el año. Está presente la parte de que las mujeres no pueden ser matemáticas, pero hay mil cosas en las que todavía ven raro que una mujer esté, porque no creen que sea una genia, o una persona destacada, como lo menciona uno de los personajes de este montaje”, afirma Nava a Reporte Índigo .
Prueba perfecta aborda la vida de Carolina, una joven que ha dedicado su vida al cuidado de su padre, un matemático quien padece una enfermedad mental. Ella se enfrenta a una crisis, donde tendrá que lidiar con su hermana Claudia y un exalumno de su papá, Pablo.
La genialidad y la locura son grandes ingredientes y detonantes en esta trama, en la que Carolina busca que Pablo no dude de ella y le ayude a demostrar que ella, al igual que su papá, es brillante, a pesar de haber hereda – do sus problemas mentales.
“Después de analizarla en la mesa, vemos lo fuerte que se expone y de profesiones ‘de hombres’, y ‘de mujeres’, y pues no. Con Prueba perfecta reflexionamos esto, vemos a una Carolina peleando por su lugar en un ambiente totalmente machista, y de profesión que la vemos por y para hombres”, indica Rodrigo Nava.
Para el director, fue la primera capa de lectura la que más le motivó para llevarla a escena y poder trabajarla junto a las actrices y actores: Arantza Ruíz, Bárbara López, Sara Maldonado, Estefanía Hinojosa, Jesús Zavala, Germán Bracco y Plutarco Haza.
Hablar sobre la salud mental en Prueba perfecta
Otra de las cosas que más le atrajo, y que consideró pertinente ponerlo sobre la mesa, es la importancia del cuidado de la salud mental. Y aunque fue escrita hace más de 20 años, la pieza aborda temas que considera se siguen arrastrando.
“Sí hay avances y una mayor apertura a la salud mental, pero todavía no al nivel que se necesita, sigue siendo tabú y sigue dando pena tomar algún medicamento para padecimientos mentales”, detalla.
Ante ello, Nava cree se debe considerar a la mente como un órgano más, el cual tiene que ser atendido.
Y, así como en la obra al desorden mental le llaman esquizofrenia, hoy en día puede ser también ansiedad o un cuadro de TOC.
“Cuando logremos tener más abierto este tema de la salud mental, podremos cambiar el mundo. El machismo también existe porque los hombres reprimen sus emociones; muchos hacen memes sobre esto y de ir a terapia, pero no es un chiste, la terapia cambia a la gente, para mí, quizá esté mal o bien, pero soy un fiel creyente de la terapia porque haría que el mundo evolucione para bien”, indica.
Lo complejo de las relaciones humanas
La lectura de Prueba perfecta continúa mostrando la complejidad de sus capas; y en el proceso de análisis y trabajo actoral, Rodrigo Nava consideró importante, además, hacer su propia adaptación y hablar sobre la familia.
Aunque la pieza estaba planeada para llevarse a cabo antes de la pandemia, el director confiesa que este periodo de encierro y pérdidas ayudó, de alguna manera, a que el texto se potencializara y ayudará a reflexionar sobre los cuidados que se tuvieron que realizar entre hijos y padres
“Muchos de mi generación, que nacimos entre los años 70 y 80, con la pandemia nos volvimos papás de nuestros papás, personalmente lo viví. Me tuve que mudar con ellos, sabía que mi papá, de 70 años, no dejaría de salir, que no querría dejar su vida, su trabajo, es un hombre super activo, pero es mayor y finalmente uno se va haciendo necio, por eso vivimos algo bien complejo”, narra.
Nava explica que, al final, de esto se trata su labor como director: buscar experiencias personales que aporten a la ficción, por ello cree que esta vivencia le permitió experimentar en carne propia la frustración y lo complicado que resulta cuidar a alguien mayor.
“Yo creo que si hubiese hecho la obra antes de la pandemia no hubiera sido tan claro este juego de roles de cuando dejas de ser un hijo y pasas a ser el papá”, confiesa.
El núcleo familiar es lo que envuelve toda la trama de Prueba perfecta, punto que Nava también analiza se vio afectado con la pandemia. Así como las relaciones personales y las amistades, todas, desde varios puntos, irónicamente, pasaron por pruebas.
Durante el confinamiento, recuerda Rodrigo, muchas parejas se separaron, hermanos se pelearon por regresar a vivir juntos, padres e hijos tuvieron problemas al convivir en un mismo espacio, añadiendo el factor del miedo y la incertidumbre que se respiraba por el ambiente de pandemia.
“Lo que más nos habla la obra es de las relaciones, de padres e hijos, la relación entre hermanos, el ligue, todo lo complejo que tiene una relación.
“No obstante, lo que nos define como personas son las relaciones que tenemos y empiezan con la familia, pareja, amigos, las relaciones que vayas creando a tu alrededor”, puntualiza.
Actores en escena
Para el director, uno de los actos más importantes es el análisis de los personajes para poder escoger a su elenco. En este caso decidió apostar por actrices y actores de televisión.
“Hay mucho estigma en los actores de televisión y la verdad es que ojalá todos los actores tuvieran la disciplina que tienen los que vivieron una época dorada de la televisión, porque me pasó con Sara Maldonado, que tiene una carrera en tele y encuentras una disciplina que no cualquier actor lo tiene”, aclara.