Automedicación, autorecetarse, incluso la consulta con el doctor de la familia o algún amigo doctor conocido es algo común… sin embargo, eso ha cambiado, o al menos así lo es en Estados Unidos.
El nuevo doctor para consultar sin tener que acudir a un centro médico son las redes sociales.
De acuerdo a un estudio elaborado por la National Research Corp., en ese país, el 16 por ciento de la población recurre a las redes sociales para obtener información de salud.
En los resultados del estudio, se indica que el 94 por ciento de las personas utiliza Facebook, mientras que el 32 por ciento YouTube y un 18 por ciento Twitter, como “fuente” de médica.
Estar conectado a Internet es sencillo, casi automático, razón por la que es más fácil recurrir al “Doctor Facebook”, que buscar informarse o en algunas ocasiones, consultarse.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Y la credibilidad?
Según el reporte de la investigación, el 82 por ciento calificaba con un 3 la credibilidad de la información médica en redes sociales (en una escala de 1 a 5, siendo 5 el de mayor rango).
Y no solo eso, el 78.8 por ciento le daba un 3 o más a la influencia que la información en la Web tenía sobre si acudir con un especialista o atenderse profesionalmente o no.
Como no siempre se trata de una gripa o resfriado leve, no se recomienda mucho que un especialista interactúe en línea con un paciente o enfermo. La American Medical Association ha pedido que esto no suceda y menos si no ha habido una consulta presencial previa.
Sin embargo, cada vez más doctores interactúan en línea con sus pacientes. Esto es muy común en la línea de la nutrición.
Megáfono de causas
Las redes sociales no solamente son el medio de interacción para informar sobre salud y medicina en la actualidad. También se han vuelto un “megáfono” de la actualidad.Más información, en forma masiva, en el menor tiempo posible.
Esto representa una ventaja para causas e iniciativas, pues pueden darse a conocer rápidamente, de manera masiva, y conseguir apoyo a la brevedad.
En Barcelona, por ejemplo, por medio de las redes sociales se lanzó la promoción de donaciones de sangre. No necesariamente tenían que donar, con pasar la voz y compartir el mensaje era suficiente para participar y formar parte de la campaña.
Se buscaba llegar a las 3 mil donaciones, lo que equivalía a 33 por ciento más que la edición anterior. En Facebook alcanzaron los 7 mil 300 seguidores y en Twitter 2 mil 800. A las pocas horas, ya había 2 mil 500 personas que habían reservado en línea su lugar para donar sangre.
“Estos sitios de Internet son una gran herramienta para organizar una recolecta de fondos rápidamente y no hay que preocuparse por procesar tarjetas de crédito u otras formas de pago”, señaló Mike Chavez, locutor de radio estadounidense a BBC.
Aunque siempre representará un riesgo de estafa, “hace poco, un usuario de GoFundMe fue capturado después de haber asegurado que padecía cáncer, solo para estafar miles de dólares”, dice Alice Park de la revista TIME.