Casi como dictadores, presidentes de México que duraron más tiempo en el poder

Las reelección en las elecciones presidenciales se acabaron en 1917; sin embargo, México tiene una lista especial de los presidentes que duraron más tiempo en el poder.

Y si eres de aquellos que pensaban que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se convertiría en un dictador, abróchate los cinturones porque la lista te va a sorprender.

Así es, antes de la Constitución Política de 1917, varios presidentes de México duraron períodos considerables de tiempo en el poder.

Si bien hay cierta curiosidad por aquellos que tuvieron presidencias breves (algunas duraron minutos) te presentamos aquellos que pasaron más allá de los seis años como presidentes del país.

Venustiano Carranza

A Venustiano Carranza no se le considera como tal un presidente que haya durado mucho en el poder. Pero espera, que ahí no termina la historia.

De hecho, Carranza duró tan sólo tres años luego de la promulgación de la Constitución: del 1 de mayo de 1917 hasta su muerte el 21 de mayo de 1920.

Sin embargo, se dice que no duró más porque no se lo permitieron. Aunque, ciertamente, no hay certeza de ello; pero sí indicios.

A Carranza se le conoce por asumir el poder en medio de tensiones en las que se acusaba que pretendía quedarse en la presidencia por más tiempo pese a la promulgación de la Constitución.

Fue por esa razón que el presidente fue asesinado durante una revuelta armada en su contra liderada por el general Adolfo de la Huerta, quien acusaba a Carranza de traición a la patria.

La administración de Venustiano Carranza también fue criticada por su autoritarismo y por no lograr cumplir totalmente con las demandas de los grupos revolucionarios que lo apoyaron inicialmente.

Y lo anterior no hizo más que levantar sospechas acerca de que se establecería más tiempo en el poder; sin embargo, no se pudo saber debido a su asesinato.

Álvaro Obregón

Luego de la muerte de Venustiano Carranza, en México inició un período convulso conocido como El Maximato.

Álvaro Obregón, uno de los generales revolucionarios más importantes de aquella época, fue quien se impuso en el poder.

Pero para decirlo de más bonito, Obregón ganó las elecciones presidenciales de 1920.

Así fue el inicio de este período durante el cual ejerció un control político significativo detrás de escena.

El régimen de Obregón, aunque estuvo marcado por conflictos y desafíos, también trajo estabilidad relativa al país y se caracterizó por una serie de reformas políticas y económicas importantes.

Sin embargo, la reelección consecutiva de Obregón en 1928 terminaría en su asesinato ese mismo año, lo que provocó una nueva crisis política en México.

Es decir, aquel que buscaba durar más tiempo en el poder, el plomo le decía que no.

Plutarco Elías Calles

Plutarco Elías Calles fue presidente de México desde 1924 hasta 1928; sin embargo, fue parte del Maximato.

Calles ejerció poder político incluso después de dejar la presidencia de manera oficial.

Durante su mandato presidencial, Calles implementó una serie de reformas importantes, incluyendo la implementación de la educación socialista, la promoción de la reforma agraria y la consolidación de la política secularizadora del Estado, conocida como la Guerra Cristera, que enfrentó la resistencia armada de grupos católicos.

Hasta aquí todo bien, en teoría.

Pero, las cosas comenzaron a ponerse turbias cuando su administración se inclinó por una mayor centralización del poder.

De ese modo, tras dejar la presidencia, Calles mantuvo un fuerte control sobre el gobierno mexicano a través de sus sucesores, en lo que se conoció como El Maximato.

Aunque no ocupó el cargo oficialmente, su influencia política fue significativa durante este período.

Calles fue un líder fuerte y controvertido, y su gobierno es recordado por su impacto en la política y la sociedad mexicana de la época.

Antonio López de Santa Anna

López de Santa Anna es uno de los presidentes que más duraron en el poder en diferentes periodos, oficialmente siete:

1- 1833-1835

2- 1839

3- 1841-1842

4- 1843-1844

5- 1844-1845.

6- 1846-1847

7- 1853-1855

Considerado por algunos como héroe y por otros como dictador y traidor, Santa Anna es mayormente conocido por su derrota frente a Estados Unidos en la Batalla de San Jacinto, lo que llevó a la pérdida de una gran parte del territorio mexicano, incluyendo Texas.

Además, su administración fue autoritaria, lo que conllevó a la inestabilidad política y, como hemos visto, todos esos son ingredientes de un líder que busca perpetuarse en el poder.

Por ello es que Santa Anna buscó mantener un control personalizado sobre el gobierno y su liderazgo fue a menudo dictatorial.

A pesar de algunos intentos de modernización, su gobierno fue marcado por la corrupción, la represión política y la falta de estabilidad.

Lo anterior, quizás, lo convierte en uno de los presidentes más odiados en la historia de México.

Porfirio Díaz

¿Estás sentado? Porque Porfirio Díaz duró 31 años en el poder. Y eso lo convierte en el presidente con más tiempo en la silla presidencial de México por encima de los 22 que duró Antonio López de Santa Anna.

A este período de la historia se le conoce como El Porfiriato y se divide en dos etapas: de 1876 a 1880 y de 1884 a 1911.

En 1880, Díaz decidió no buscar la reelección y permitió que Manuel González asumiera la presidencia.

Pero, cuatro años después, extrañó la silla presidencial y volvió recargado.

Sin embargo, hasta el día de hoy, la figura de Díaz es controversial pues algunos lo defiende férreamente mientras que otros lo consideran un dictador en toda la extensión de la palabra.

El gobierno de Díaz se basó en el lema Paz y progreso y buscó atraer inversión extranjera y promover el desarrollo de infraestructura, particularmente en el sector ferroviario y en la minería.

No obstante, estas políticas también beneficiaron principalmente a una élite económica y extranjera, mientras que gran parte de la población mexicana, especialmente los campesinos e indígenas, sufrieron pobreza y explotación.

El Porfiriato se caracterizó por una concentración de poder en manos de Díaz y su círculo cercano, así como por la represión de cualquier oposición política.

La falta de libertades civiles y la corrupción generalizada fueron rasgos distintivos de su gobierno.

La acumulación de descontento social y político eventualmente llevó a la Revolución Mexicana, que estalló en 1910 y derrocó a Díaz en 1911, poniendo fin a su largo período en el poder y dando inicio a un nuevo capítulo en la historia de México.