El arte urbano mexicano vive desde hace unos años un momento de esplendor. Los trazos de distintos creadores nacionales están por todas partes, en México y en el mundo, ya sean productos de iniciativas de instituciones públicas que echan mano de artistas para mejorar el paisaje de algún barrio o colonia periférica, nacidos de proyectos de particulares o colectivos de artistas.
Incluso, de campañas de publicidad patrocinadas por marcas. Distinguir entre tanta oferta visual puede ser difícil; sin embargo, hay obras que seducen de manera inmediata, joyas que dejan huella en la experiencia visual de los transeúntes.
No se estrese, aquí está el regalo perfecto. Muros Somos: 33 murales con historia está disponible en Amazon, El Péndulo, La Increíble (y en unos días más en otras librerías que seguro ya conoce). https://t.co/KOpQzq0ABo pic.twitter.com/yEjS546TqB
— Cyn Arvide (@lunecas) December 13, 2022
Una selección de esas piezas que van más allá de decorar una pared es lo que contiene Muros Somos. 33 murales con historia, volumen en el que la periodista Cynthia Arvide Sousa reúne una serie de lienzos en concreto que interpelan al espectador, tanto por el espacio que ocupan como por la temática que plasman. Proyecto que, a 100 años del nacimiento del muralismo mexicano, ofrece una mirada contemporánea a este movimiento artístico.
“Entre tanto arte urbano es muy difícil recordarlas y mi objetivo era decirle a la gente: aquí hay unas piezas que no quiero que se les olvide”, dice en entrevista la autora a Reporte Índigo.
Periodista independiente, especializada en arte urbano, Arvide Sousa comenzó a documentar esta manifestación artística desde hace más de una década, a través de reportajes y artículos que publicaba en periódicos y revistas. Un interés que creció después de algunos viajes que realizó a Buenos Aires y a Bogotá, donde este movimiento artístico vivía un momento importante.
“Me di cuenta de que en México había un vacío de información de los artistas, poca gente conocía quiénes eran estos mexicanos que tenían una propuesta visual muy original, y que incluso los conocían mejor en otros países que aquí”, recuerda.
Eso la motivó a hacer un primer libro en 2017, Muros somos. Los nuevos muralistas mexicanos (Cifra editorial), en el que retrató a veinte jóvenes artistas, sus orígenes, sus influencias y ambiciones. Tras el éxito de ese volumen que vino a llenar un vacío en la bibliografía de esta expresión artística decidió retomar el proyecto, esta vez para enfocarse en las obras y la historia que cuentan. Así nació este nuevo volumen, el cual se publicó de manera independiente gracias a una campaña de fondeo en la plataforma Kickstarter.
De identidad cultural y medio ambiente
Durante la recopilación de la información, las obras se agruparon en tres temas: identidad cultural, temas sociales y la relación del ser humano con el medio ambiente.
El primer apartado, que tiene como título “De aquí somos”, incluye murales que “manifiestan las raíces, la historia colectiva, la identidad y la cultura de una comunidad”. Ahí está, por ejemplo, El corazón de la Merced, una obra monumental realizada en 2018 por Dan Silva ‘Pólvora’ (Ciudad de México, 1988) y Daniel González ‘Laite’ (Ciudad de México, 1985) en las paredes de una antigua fábrica de uniformes de la Merced; el mural pintado en una fachada de 25 metros de alto rinde homenaje a la gente que impulsa y da vida a ese histórico barrio mercantil de la Ciudad de México.
Rainbow, de Farid Rueda (Cuautla, 1986), es otra de las obras incluidas en este apartado. Se trata de un colorido tótem creado en 2019 en una torre de 19 pisos de Odintsovo, un suburbio ruso en las afueras del centro de Moscú, a donde el artista llegó como parte del Festival Urban Morphogenesis. En esta obra, de 50 metros de alto, Rueda trazó figuras de animales endémicos, así como del imaginario Latinoamericano; además usó los colores del arcoíris como un guiño a la comunidad LGBTTTIQ que en ese país sigue siendo reprimida.
“Somos fuertes” es la segunda parte del libro, en donde la autora compila murales que retratan temas que aquejan a la sociedad, como migración, violencia contra las mujeres, derechos humanos y, recientemente, la pandemia de Coronavirus. Destaca uno gigantesco que realizó el artista multidisciplinario Said Dokins (Ciudad de México, 1983) para el Museo de Arte Urbano y Contemporáneo de Munich en 2017. En Chalchihuite, este reconocido artista plasmó la inscripción de un poema sirio con su propio estilo caligráfico, dando paso a una reflexión sobre el tiempo, la migración y la naturaleza cíclica de la vida.
Adry del Rocío (Guadalajara, 1984), una de las artistas urbanas en 3D más reconocidas en el mundo, aparece con su obra Hogar es donde está tu corazón, ubicada en un problemático barrio de Berlín, donde migrantes refugiados tienen que sortear a grupos neonazis. En este mural, creado como parte del festival Berlin Mural Fest 2019, la creadora pintó el rostro de su madre, rodeada de aves migratorias, en un mensaje que remite al hogar y al origen.
Otra de las piezas que destacan es Los héroes también lloran, que un colectivo de artistas realizó en 2020, en Acapulco, como homenaje a los médicos que salvaron vidas durante la crisis de la pandemia.
Por último, el volumen dedica sus páginas a lienzos que lanzan la reflexión en torno a la destrucción del medio ambiente. “Hay artistas y organizaciones que están muy interesados en utilizar el arte urbano como una herramienta para hablar del tema, para cambiar actitudes y hacer reflexionar a la gente sobre los recursos limitados que tenemos”, apunta la periodista.
En esta sección aparecen piezas como Su vida es nuestra vida, realizada en 2019, en Cozumel, Quintana Roo, por Alegría del Prado, nombre artístico que toman Ester González del Prado (Burgos, España, 1987) y Octavio Macías Alegría (Guadalajara, 1989), quienes trabajan juntos desde 2010. Auspiciado por una fundación de Hawái que impulsa la conservación de los océanos a través del arte, el mural tiene como protagonista un coatí isleño, un subespecie endémica en peligro de extinción.