Los papás tienen la responsabilidad de enseñarle a sus hijos desde pequeños tres hábitos esenciales: el del sueño, el de la limpieza y el de la alimentación, ya que estos van a definir los adultos que serán cuando crezcan. Karla Sáenz, especialista en el tercer punto, asegura que si los niños aprenden a comer saludablemente, evitarán en el futuro el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y los infartos, porque van a tener un sustento bastante sólido.
Sáenz, maestra en Nutrición Humana, profesora de la Universidad Anáhuac y madre de tres hijos, acaba de publicar su libro Picky pero sano, una herramienta que explica por qué existen niños quisquillosos para comer y cómo influyen los padres en los malos hábitos alimenticios.
“Cuando empiezo a ver que muchos de los libros no están en español, sino en inglés, fue cuando dije ‘aquí hay un área de oportunidad’, porque es un tema que nos interesa a todas las mamás y no nos interesa qué está bien y qué está mal, sino las herramientas para lograr que nuestros hijos coman y así nació la idea del libro Picky pero sano”, asegura Karla.
El libro también ofrece técnicas y recursos para mejorar la calidad y consumo de los alimentos, porciones adecuadas así como recetas fáciles y sencillas. “El libro no sólo te da herramientas, sino te recuerda que el papel que tenemos como papás es el de darles alimentos de calidad que realmente los esté nutriendo”.
Un niño picky, quisquilloso o melindroso, es aquel que tiene una lista muy corta de alimentos que acepta, por ejemplo, sólo come nuggets, espagueti y hamburguesas, pero además lo tienes que entretener para lograr que coman.
Un niño melindroso, de acuerdo con Sáenz, puede ser por dos razones; por un lado, puede ser por una cuestión fisiológica, de ser así se debe ir con el doctor, porque a lo mejor no ha madurado su sistema digestivo y no logra empujar los alimentos con la lengua, entonces, hay que ponerles ejercicios. La segunda razón, que es casi en el 80 por ciento de los casos, es porque los papás lo permiten, con tal de no batallar le dan al niño lo que quiere comer, es decir, le hacen “comida especial”.
No dejarse engañar
De acuerdo con un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las ventas de alimentos y bebidas ultraprocesados, conocidos como “comida chatarra”, crecieron en América Latina 17.5 por ciento de 2009 a la fecha.
Estos alimentos ultraprocesados, las bebidas azucaradas y la comida rápida, los cuales presentan una pobre calidad nutricional, están reemplazando a las comidas caseras, que son más nutritivas, por lo que Karla Sáenz comparte en el último capítulo de su libro recetas que son muy ricas en alimentos de calidad, que aportan muchos nutrientes y tienen un buen sabor.
Es importante que los padres sean conscientes de que los productos ultrapocesados están nutricionalmente desequilibrados, ya que tienen un elevado contenido en azúcares libres, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra alimentaria, minerales y vitaminas, en comparación con los productos, platos y comidas sin procesar o mínimamente procesados.
La epidemia de obesidad que se vive se debe principalmente a que 70 por ciento de los productos que se consumen son alimentos industrializados.
“A veces uno se deja guiar por la imagen del empaque, me ha tocado ver a mamás que le están dando a los niños unas papitas que traen en el empaque unos vegetales y piensan que le están dando verduras y cuando lees la etiqueta dices ‘mejor dales las papas Sabritas y que las disfruten’”, comenta, entre risas, la nutrióloga.
Karla señala que los papás cuando van a comprar comida para sus hijos se fijan en las calorías, cuando deberían ver primero los ingredientes, porque entre menos tenga, el alimento es más natural y aportará más nutrientes y lo segundo son las porciones.
“Los papás deben fijarse que no aparte más de 6 gramos de grasa, no más de 9 gramos de azúcar y que no tengan más 1.5 gramos de grasas saturadas. Así voy mencionando en el libro cuáles son los puntos que uno debe ver en una etiqueta para no dejarse engañar”, explica la experta.
Alimentación Desde pequeños
Consciente de que todos los niños son diferentes, Karla en su libro comparte herramientas para identificar el temperamento de los hijos para que con base en eso se tomen acciones para que el pequeño consuma más alimentos saludables y que mejore sus hábitos.
“Tenemos que respetar la cantidad que los niños quieren comer, nosotros nos tenemos que encargar de dar alimentos de calidad, ellos definen la cantidad. Si les das una manzana, saber que les estás dando fibra, vitaminas y minerales, a que si le das un Gansito, que es harina refinada, azúcar y grasa, que no es una forma de nutrición”, opina Sáenz.
Muchas de las consultas que da Karla son porque los papás están interesados en saber cómo balancear los alimentos de sus niños. Ella recomienda darles carbohidratos integrales, proteínas, fibras y grasas, porque los niños necesitan Omega 3 que es indispensable para su crecimiento y desarrollo.
“Desde que salen de nuestro cuerpo tenemos que enseñarles hábitos, es impresionante la inteligencia que tienen los niños y nosotros la subestimamos. Cuando son pequeños lo ideal es darles leche materna, pero después, a partir de que empiezan a comer, tenemos que empezar a adoptar el rol de ser papás guiadores y de darles calidad”, afirma la autora de Picky pero sano, el cual se encuentra a la venta en las tiendas y el portal web de Porrúa y en Amazon.
En conexión
Karla Sáenz comparte recomendaciones y recetas a través de sus redes sociales y dice que le gusta estar interactuando con sus seguidores
FB:Picky pero sano IG: pickyperosano
Sitio web: pickyperosano.com