En plena víspera de Navidad, las personas tienen la mente en todo menos en la salud y bienestar de su cuerpo. Buñuelos, alcohol, chocolates, churros, tamales y demás se vuelven el pan de cada día y la palabra “nutrición” desaparece del vocabulario hasta que llegue enero y con ello la cruda realidad.
En países como México la mala alimentación se traduce en padecimientos como obesidad, sobrepeso y diabetes, siendo ésta última una de las principales causas de muerte en la República Mexicana.
De hecho, se estima que en el 2013 esta enfermedad que no tiene cura cobró la vida de más de 87 mil mexicanos, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Hay más de 8 millones de casos de diabetes mellitus en México, según la Federación Internacional de Diabetes (IDF, en inglés), y la clave para controlarla está en una nueva alternativa, cuyo tratamiento fue desarrollado por el Dr. Fernando Roffe Samaniego, especialista en cardiología y medicina interna y director del Hospital San Lucas en Monterrey, Nuevo León.
El Dr. Roffe, junto con un equipo de expertos, realizó una investigación en la que se utilizan células madre de la grasa para implantarlas en el páncreas, y que éstas comiencen a producir insulina, logrando el control de este padecimiento que aqueja a más de 382 millones de adultos en el mundo, de acuerdo a datos de la IDF.
“Desde hace ocho años empezamos con la inquietud de ver la forma de curar o controlar la diabetes de forma efectiva, se hicieron múltiples observaciones, se hicieron muchos experimentos, se invitó a gente de muy alto nivel, de hecho los investigadores tienen doctorado y los médicos que están conmigo todos son primeros lugares de su generación”, dice en entrevista para Reporte Indigo el Dr. Fernando Roffe Samaniego.
Un método revolucionario
Al no tener cura, la diabetes es un padecimiento que puede controlarse y con el método del Dr. Roffe y su equipo esto se puede lograr de manera definitiva y sin procedimientos abrasivos o invasivos, ya que se utilizan las propias células madre del paciente.
“Empezamos viendo cuáles eran las mejores células madre, cuáles eran las de mejor calidad, hicimos estudios sacando células madre de la médula ósea, de sangre, a final de cuentas encontramos que las células madre provenientes de la grasa son las más abundantes y las células de mejor calidad”, dice el Dr. Roffe.
De ahí, comenzó un proceso en el que a las células las preindujeron y las llevaron al departamento de terapia celular, en donde fueron sometidas “a un proceso mediante el cual estas células aprendieron a hacer insulina”.
Después de un lapso de entre ocho y 16 horas, las células ya habían aprendido “las primeras lecciones (de cómo hacer insulina), y entramos mediante laparoscopia directamente al páncreas y colocamos las células” en dicho órgano.
“Se hicieron ocho y 10 puntos de inoculación o implantación de células madre, que ya vienen preparadas, en el páncreas de los pacientes”, agrega.
Este estudio fue realizado con 60 pacientes, a quienes se les implantaron las células madre, más otros 60 pacientes de control.
El propio cuerpo como ‘solución’
Debido a que se trata de células madre de la propia persona, no se presentan problemas como infecciones o rechazo por parte del cuerpo del paciente, de acuerdo a los resultados obtenidos en la investigación del Dr. Roffe.
El especialista señala con entusiasmo que no se tuvieron complicaciones con los 60 pacientes a quienes se les implantaron células madre. “Tuvieron cero complicaciones, no hubo problemas de ningún tipo”, indica Roffe Samaniego, quien es director del Hospital San Lucas en Monterrey, Nuevo León.
Los pacientes de diabetes tipo 2 tenían un rango de edad de entre 19 y 50 años. Pero el Dr. Roffe asegura que el procedimiento se puede aplicar a personas de cualquier edad, todo depende de si la diabetes de la persona es más manejable, “pues hay pacientes que ya requieren 400 unidades de insulina al día, no traen nada de páncreas y traen una destrucción de las células que vamos a poner”, por ello no tiene caso que se sometan a un proceso como tal.
Aproximadamente un mes después de haber implantado las células madre, los pacientes comenzaron a mostrar mejoría. “Y aquí está la mejor noticia, el 80 por ciento de nuestros pacientes tuvo mejoría y en algunos casos tuvieron solución total de su problema”, menciona con orgullo el especialista en cardiología y medicina interna.
“El 100 por ciento de los pacientes dijo sentirse más joven, todos dijeron: ‘Doctor, me siento más joven’ después del implante (de células madre)”, subraya el médico.
No solo eso, “12 pacientes tenían visión borrosa y les desapareció, algunos tenían dolor de piernas –neuropatía diabética periférica– y les desapareció (…)”, dice Roffe Samaniego.
Este tratamiento es efectivo, esperanzador y revolucionario, y está a la espera de la autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para que sea puesto en práctica.
Cambio de 360 grados
Cuando las personas ya fueron sometidas a un tratamiento de control de la diabetes como el del Dr. Fernando Roffe, las personas deben cambiar su “chip” y llevar un ritmo de vida alejado de la comida chatarra y el sedentarismo.
A su vez, se recomienda que practiquen ejercicio y que tengan control metabólico.
“Si el paciente es responsable y se cuida, baja su peso y sigue un programa con ejercicio, esas células van a durar muchos años, si no hace bien las cosas, le hace confianza y empieza engorde y engorde, este paciente va a entrar en lo que se llama apoptosis, que es la muerte de una célula joven por exceso de trabajo”, puntualiza el Dr. Roffe, entonces la persona pierde el beneficio que obtuvo con el tratamiento.
A su vez, autoridades e instituciones deberán ofrecer información que mida el impacto que tienen los padecimientos como obesidad y sobrepeso, y deben proporcionar soluciones al alcance de la mayoría.
Sobretodo si se toma en cuenta que la diabetes está relacionada a problemas como obesidad y sobrepeso, dos grandes enemigos de la población mexicana.
Costo para la salud y el bolsillo
La relación obesidad-sobrepeso-diabetes es muy estrecha, con mayor ímpetu en países como México, por lo que atenderse y controlar dichos padecimientos es crucial para mejorar los sectores de salud y economía.
En en país, el costo de la obesidad rebasa los 85 mil millones de pesos anuales, según el estudio “Kilos de más, pesos de menos: los costos de la obesidad en México”, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Esta cifra representa solo los costos por muerte prematura, tratamientos e incapacidad laboral de quienes padecen diabetes mellitus tipo 2 (la forma más común de la enfermedad).
En un estudio publicado en 2013 en la revista científica Public Health Nutrition, el Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en colaboración con la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) y otras instituciones internacionales, se documentó por primera vez el impacto en la salud y la carga económica de la obesidad en la República Mexicana, basándose en los resultados de tres encuestas realizadas a nivel nacional.
Y se estimó que en el 2010, en México, el gasto que se derivó de 13 padecimientos relacionados con la obesidad –entre ellos la diabetes– fue de casi 806 millones de dólares.
No solo eso, se cree que esa cifra aumente a 1.2 mil millones de dólares para el 2030, y 1.7 mil millones de dólares para el año 2050.
Además, en dicha investigación se encontró que si se reduce el uno por ciento de la prevalencia de obesidad, de acuerdo al índice de masa corporal (IMC), se podrían ahorrar hasta 43 millones de dólares en el 2030 y 85 millones de dólares en el 2050.
Mexicanos diabéticos
La Federación Internacional de Diabetes estima que en el 2013 se registraron más de 8 millones de casos de diabetes mellitus en el país.
Y se espera que esta cifra aumente a aproximadamente 16.4 millones para el 2030 (es decir, el 17.6 por ciento de la población adulta).
Niños enfermos
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2012, la prevalencia a nivel nacional de obesidad y sobrepeso en niños de entre cinco a 11 años fue de 34.4 por ciento. Y de 35 por ciento en adolescentes, lo que equivale a 6.3 millones de mexicanos de entre 12 y 19 años.
Hospital San Lucas en Monterrey, Nuevo León
En la institución médica se realizará el tratamiento para el control definitivo de la diabetes.