Por un menú higiénico
Más de 200 enfermedades son causadas por alimentos insalubres que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas. Desde enfermedades diarreicas hasta cáncer.
Y se estima que 2 millones de muertes ocurren anualmente a causa del consumo de alimentos y agua contaminados.
Eugenia RodríguezMás de 200 enfermedades son causadas por alimentos insalubres que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas. Desde enfermedades diarreicas hasta cáncer.
Y se estima que 2 millones de muertes ocurren anualmente a causa del consumo de alimentos y agua contaminados.
Estas son cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este año celebra el Día Mundial de la Salud bajo el lema “De la granja al plato, hagamos alimentos seguros”, a través del cual busca concientizar sobre la urgencia de adoptar medidas destinadas a garantizar la inocuidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos.
Porque la inocuidad de los alimentos es una prioridad de salud pública de la que todos nos debemos hacer responsables. De ahí que la campaña de la OMS va destinada tanto a campesinos y fabricantes, como a minoristas, gobiernos, profesionales de la salud y consumidores.
Como escribe la Dra. Margaret Chan, directora general de la OMS, en un artículo publicado en la revista científica The Lancet: “hoy, la cadena alimentaria se extiende por miles de kilómetros, cruzando muchas fronteras nacionales (…) Un error por un productor de alimentos en un país puede afectar la salud de los consumidores al otro lado del planeta. En nuestro mundo globalizado, no solo las personas, sino también los alimentos, viajan lejos y rápido”.
A esto se suma la intensificación e industrialización de la agricultura y la producción ganadera producto de una mayor demanda de alimentos en el mundo, los cambios en los hábitos de consumo y de temperatura –a causa del calentamiento global– nuevas toxinas y bacterias, la resistencia a los antimicrobianos… todos son una amenaza para la inocuidad de los alimentos.
Y a medida que la globalización favorece el aumento de los viajes y el comercio, crece la probabilidad de que la contaminación se propague a otros países.
La OMS pone como ejemplo algunos brotes de enfermedades graves que en los últimos 10 años fueron transmitidos por alimentos en todos los continentes, como el caso de la leche de fórmula para bebés contaminada con melamina –una resina artificial utilizada en la fabricación de plásticos–, que en 2008 afectó a 300 mil lactantes y niños pequeños, de los cuales murieron seis, solo en China.
“Un problema local de seguridad alimentaria puede convertirse rápidamente en una emergencia internacional”, alertó Chan en un comunicado.
Y agregó que “la investigación de un brote de enfermedad transmitida por los alimentos es mucho más complicada cuando un solo plato o paquete de alimentos contienen ingredientes procedentes de múltiples países”.
Como consumidores debemos asegurarnos de que la comida en nuestro plato sea segura mediante la lectura de las etiquetas de los alimentos, la práctica de los consejos de higiene y, entre otras acciones, la adopción de medidas de precaución a la hora de cocer alimentos potencialmente peligrosos, como el pollo crudo.
Otros ejemplos de alimentos insalubres destacados por la OMS son las frutas y hortalizas contaminadas con heces y los mariscos crudos que contienen biotoxinas marinas.