Este 2018 los gustos culposos en series y películas se han convertido en la comidilla en reuniones con los amigos, en redes sociales y hasta en las conversaciones del mundo godín, por lo que casi nadie está exento de quedar atrapado entre la espada y la pared de las opiniones sobre los contenidos que ofrecen Amazon, Netflix, HBO o lo que hay en cartelera.
La presión social podría parecer ingenua, pero muchos terminan por ver ese programa de moda del que todos hablan, o ese largometraje que está en cartelera, aunque en el fondo no se quiera, y en muchas ocasiones, termina por gustarles
¿Cómo se define este fenómeno? En Estados Unidos, al menos desde 2013, lo acuñaron como Hate watching, lo que en español podría traducirse como ‘observación de odio’, y esta denominación llegó para quedarse.
“Creo que el término surge a raíz de que con ese análisis de redes sociales, se dan cuenta de que la audiencia tiene una respuesta más masiva en cuanto a temas que generan controversia, a lo mejor antes con series o películas que iban de boca en boca, generando ese morbo y demás, pues no era tan medible como lo es ahora”, explica la influencer Gabriela Meza, en entrevista para Reporte Índigo.
Meza, quien es originaria de Hermosillo, Sonora, estudió cinematografía y actualmente cuenta con su canal de YouTube, Fuera de Foco, en el que hace entrevistas y habla sobre el cine.
La comunicadora además precisa que el término Hate watching responde a una necesidad de denominación en la actualidad y cree que esto no es algo reciente, sino que lleva sucediendo desde, incluso, el inicio de la televisión
“Ahora no está sólo la necesidad de informar de un fenómeno, sino también de ponerle un nombre que pueda ser compartible con las personas. Entonces, ya nada más dices ‘estoy viendo esta serie porque está mala, pero me gusta y me parece pésima, pero la sigo viendo’ ¿Cómo podemos ponerle a ese fenómeno? Hate watching. Definitivamente no es un fenómeno nuevo, ha sucedido por décadas, yo creo que desde que empezó la televisión, en el que las personas se hacen adictos a algo que no les gusta en realidad”, comparte Meza.
Comunidad y pertenencia
Ver la serie que está en boga en Netflix sólo porque es trending en redes sociales, o acercarse a los cines para sentarse a ver el estreno taquillero del que todos hablan, Meza lo atribuye a que el Hate watching se ha vuelto parte de nuestra vida, porque da un sentido de identidad y comunicación entre las personas.
“Al final somos seres sumamente sociales y queremos conectar y el no formar parte de un fenómeno fuerte, pues te hace sentir como un paria, como dice el término Hate watching, pues odiabas lo que estabas viendo a lo mejor, pero por lo menos no te ibas a quedar en la esquina del comedor sin saber de qué hablar”, argumenta la mujer
La especialista en medios ejemplifica con el furor ocurrido con la serie de Luis Miguel y cómo esto generó un sentido de gusto en los televidentes, por la atmósfera que construyó alrededor del drama.
“Cada domingo sentías que, incluso, avanzabas en descubrir, en ser parte de, pero lo que hicieron particularmente muy bien, es que México es un país que gran parte de su historia gira alrededor de Televisa, las telenovelas y demás, son personajes que nacen de la televisión, pero que se conectan con todo el entorno político y social de nuestro país”, indica la realizadora de Fuera de foco.
El termómetro social
Las redes sociales se han convertido en un nicho de “opinólogos”, sólo basta entrar a Facebook o Twitter para ver el raudal de comentarios que inundan los portales y esto sobre pasa a sitios especializados en crítica como Rottentomatoes.com e IMDB.com.
“En páginas como IMDB o Rotten Tomatoes, claro que tú puedes ver la opinión de la audiencia pero, ¿qué porcentaje de ellos entra a esas páginas a votar? ¿Qué tanto mi tía va a entrar a IMDB a darle cinco, 10, siete estrellas a una película? Es más viable que mi tía entre a Facebook y que ponga o comente ‘ay, qué bonita la película que vi hoy’ y aun así una persona de 30 años, no sé arquitecto, no se mete en IMDB, pero le gusta dar opiniones”, dice Meza.
Este tipo de matices se contrastan al ver que la crítica profesional puede apreciar o echar por debajo a una producción, pero en redes sociales la medida es totalmente contraria a la de los portales reconocidos
“Es un termómetro y creo que ahora es un gran punto de partida de muchas productoras para analizar y estudiar a su audiencia y ver qué es lo que va a funcionar. No se puede esperar, por supuesto, que haya una fórmula para crear un producto tendencia o compartible, pero si hay formas de ver cuáles son, de momento, las combinaciones efectivas”, enuncia la también tuitera.
Las producciones de mayor polémica en 2018
Tanto en la televisión como en el cine de este año, hay realizaciones audiovisuales que despertaron el Hate watching en distintos consumidores, siendo algunas aplaudidas y otras abucheadas, pero ninguna ha sido ignorada, según comenta Gabriela Meza
- La casa de las flores
- Luis Miguel
- Made in México
- Hombre al agua
- Venom
Examinando a fondo a ‘El Sol’
Gabriela Meza, recientemente, retomó el fenómeno que suscitó la serie de Luis Miguel en el podcast Fuera de foco, en su episodio 44. La influencer invitó a la abogada María Ramírez Plata para que diera una opinión más neutra y ver cómo se hablaba en los ámbitos laborales del programa que causó furor en los mexicanos.
“Le preguntaba ‘tú en la oficina los lunes que llegas en la mañana, ¿hablan de la serie de Luis Miguel?’ y sucede que sí. Entonces, estaba bien interesante cómo su punto de vista, sobre todo porque ella nunca ha sido fan de Luis Miguel y también veía la serie, aunque no le gustara, pero la veía”, agrega la youtuber.
