El 24 de agosto, en varias regiones del mundo, se celebra el Día de San Bartolomé Apóstol, una festividad con profundas raíces religiosas y populares. Esta figura, fue uno de los 12 apóstoles de Jesucristo, es recordado en esta fecha debido a su martirio. Sin embargo, la tradición popular asegura que es un día donde el diablo anda suelto a causa de una vieja rencilla con el santo.
Según la tradición cristiana, San Bartolomé fue ejecutado un 24 de agosto tras ser sometido a torturas extremas en vida, hecho que llevó a su canonización. Aunque se cuenta que antes de ser santo, Bartolomé se enfrentó con el diablo en una carrera, la cual perdió el maligno.
La historia narra que el diablo envidiaba la riqueza de Bartolomé, por lo que lo desafió a una carrera. San Bartolomé, al encomendársele a Dios, logró superar al diablo, quien al intentar replicar un salto milagroso de su adversario, cayó al río y éste se lo llevó. Desde entonces, se cree que el diablo busca venganza cada 24 de agosto.
¿Por qué pasan cosas”malas” el 24 agosto?
En algunas comunidades, se cree que el diablo está suelto desde la noche del 23 , lo que se manifiesta en fenómenos meteorológicos inusuales y eventos desafortunados. Las más fantasiosas anécdotas incluyen avistamientos de serpientes que “caminan” erguidas y de flores que pierden su aroma en esta fecha.
Debido a ello, la tradición popular aconseja evitar actividades peligrosas y ser cautelosos con fenómenos inesperados como tormentas, temblores o incendios, los cuales no tendrían razón natural para suceder.
En cuanto a la tradición religiosa, muchas ciudades y comunidades realizan misas, procesiones y danzas tradicionales, acompañadas por música y fuegos artificiales.
¿Quién es San Bartolome Apóstol?
San Bartolomé, fue uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret, es una figura central en la tradición cristiana. También conocido como Natanael, según el Evangelio de San Juan, San Bartolomé fue un ferviente seguidor de Cristo que, tras ser llamado por Felipe, se convirtió en uno de los primeros discípulos en reconocer a Jesús como el Mesías.
Su fe y dedicación lo llevaron a predicar el Evangelio en diversas regiones, incluyendo la India y Armenia, por lo que es ampliamente venerado en la Iglesia católica.
La muerte de San Bartolomé se considera uno de los martirios más atroces en la historia del cristianismo. Según la tradición, fue brutalmente torturado y finalmente desollado vivo, un acto que le dio un lugar destacado en el martirologio cristiano. Su sacrificio fue visto como un testimonio supremo de su fe y compromiso con el mensaje de Cristo.