La pérdida del gusto y el olfato son dos de los síntomas más comunes del COVID-19. Afectan a alrededor del 60 por ciento de los pacientes y pueden durar semanas o incluso meses después de la infección.
Lo que resulta sorpresivo es que un estudio sugiere que aquellas personas que pierden el olfato (anosmia) durante su enfermedad, presentan también un mejor pronóstico de la enfermedad.
El estudio, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) identificó que las disfunciones olfativas y gustativas eran más frecuentes en mujeres (12,41 frente a 8,67 por ciento), en menores de 65 años y en pacientes con patologías de riñón, pulmón, corazón, neurológicas u oncológicas.
Attending sporting events this holiday? Protect yourself and your loved ones
🛋️ Stay home if you are sick
💪 Get vaccinated against #COVID19 and influenza
😷 Wear a mask
🤧Cover your sneezes and coughs
🧼Clean your handsCOVID-19 is still around!
— World Health Organization (WHO) (@WHO) December 28, 2023
“Posiblemente, la invasión del epitelio nasal hace que se active una inmunidad adecuada evitando las tormentas de citoquinas”, explicó Jesús Porta Etessam, Jefe de Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos.
¿Qué causa la pérdida del gusto y el olfato por el COVID-19?
Existen dos teorías principales. La primera considera un daño a las células olfativas, debido a que se considera que el virus SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, puede infectar las células que recubren la cavidad nasal y que son responsables del olfato. Estas se llaman células olfativas.
De esta manera, cuando el virus las infecta, las células olfativas pueden morir o dañarse, lo que provoca la pérdida del olfato.
La segunda responde a la idea de que el COVID-19 puede causar una inflamación en la nariz y los senos nasales. Esto puede bloquear el flujo de aire hacia las células olfativas, lo que también puede provocar la pérdida del olfato.
Para recuperarse de la anosmia no existe un tratamiento específico y suele ser cuestión de tiempo. Sin embargo, el entrenamiento olfativo ha mostrado ser eficaz en la reducción de tiempo que toma.
El entrenamiento olfativo consiste en oler diferentes aromas de forma regular. Esto puede ayudar a las células olfativas a regenerarse y a recuperar el olfato.
