¿Por qué bostezamos y si alguien lo hace frente a nosotros lo repetimos? Mitos y realidades
¿Sabías que los humanos bostezamos desde que estamos en el vientre de nuestra madre? Entérate de todas las funciones que cumplen los bostezos
José Andrés Velázquez¿Alguna vez te has preguntado por qué bostezamos? Un acto tan común y a veces tan incómodo cuando nos atrapan bostezando y piensan que estamos aburridos o cansados. Sin embargo, sí cumple con algunas funciones, ¿cuáles son?
Otra de las cosas que quizás también te hayas dado cuenta con respecto a los bostezos es que son contagiosos. Es común que cuando una persona ve a otra bostezar, sienta el impulso de hacerlo también.
Aburrimiento o cansancio: ¿Por qué bostezamos?
En primer lugar, expliquemos qué es un bostezo. La Biblioteca Nacional de Medicina (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos define que es abrir involuntariamente la boca y realizar una inhalación profunda y prolongada de aire.
Por su parte, Noelia Valle, profesora de Fisiología de la Universidad Francisco de Vitoria explica que se trata de un acto que ejecutamos desde que somos fetos. También menciona que bostezan los mamíferos, los anfibios, las aves, los reptiles y hasta los peces.
La creencia más común es la de que bostezamos con la finalidad de llevar más oxígeno al cerebro. Sin embargo, esta idea se descartó hace más de tres décadas luego de demostrarse que la falta de oxígeno durante el ejercicio no influía en el bostezo.
Además, esa idea tampoco daba respuesta a por qué también lo hace un feto, cuando ni siquiera respira por sí mismo.
De esta manera, la evidencia concluye que no tiene una razón respiratoria, sino de regulación de temperatura, más específicamente la del cerebro.
“En el cerebro, la temperatura está regulada por el equilibrio entre la circulación sanguínea y la generación de calor por las células, y suele estar al menos 0.2 ºC por encima de la temperatura arterial. Cambios en la actividad cerebral, el flujo sanguíneo o procesos inflamatorios podrían alterar esta temperatura”, explica Noelia Valle.
La especialista explicó que luego de analizar más de mil bostezos en 101 especies notaron que entre más grande era el tamaño del cerebro y más cantidad de neuronas tenía, más veces bostezaba.
De esta manera la conclusión fue que los cerebros más grandes generaban más calor, por lo que en consecuencia, bostezaban más frecuentemente para reducir su temperatura.
“El movimiento exagerado de los músculos del cuello y la faringe que ocurre durante el bostezo provoca un aumento importante del flujo sanguíneo arterial hacia la cara, cuello y cabeza, así como el descenso del líquido cefalorraquídeo y de la sangre venosa desde la cabeza”, explica Valle.
El bostezo es contagios🥱… pic.twitter.com/aG9YSfGAsh
— Toni El Canilla (@KioscoToni) September 24, 2024
En otras palabras, esta es una manera que tenemos para enviar más sangre de menor temperatura hacia el cerebro y sacar de ahí la de mayor. Esto funcionaría principalmente para enfriar el órgano y evitar daños por hipertermia (prevenir que se sobrecaliente, en términos prácticos).
También la bocanada de aire que entra en nuestro cuerpo “enfriaría las fosas nasales, los senos paranasales y la zona del cuello por donde pasan las arterias carótidas que llevan la sangre a la cabeza”, puntializa la especialista.
¿Por qué son contagiosos los bostezos?
La contagiosidad de los bostezos es un todo un misterio que ha captado la atención de numerosos investigadores. Por ahora no hay un consenso exacto con respecto a por qué se trata de una acción que repetimos. Sin embargo, las principales explicaciones son las siguientes:
- Empatía: Ver a alguien bostezar activa en nuestro cerebro las mismas áreas relacionadas con la empatía y la imitación. Esto desencadena una respuesta casi automática en nosotros, lo que provoca que también bostezamos.
- Neuronas espejo: Estas neuronas, que se activan cuando observamos una acción realizada por otra persona, podrían estar involucradas en la propagación de los bostezos. Al ver a alguien bostezar, nuestras neuronas espejo se activan para ejecutar la misma acción.
- Comunicación social: Como se mencionó anteriormente, el bostezo podría ser una forma de comunicación no verbal. Al contagiarnos los unos a los otros, podríamos estar expresando un estado de ánimo compartido o sincronizando nuestros niveles de alerta.
Como dato curioso, Valle también menciona que bostezamos más si quien nos contagia es un familiar y ocurre mayormente a las personas embarazadas.