¿Se puso romántico? Popocatépetl lanza fumarola en forma de corazón: “Es para Iztaccíhuatl”
Usuarios de redes dejaron volar su imaginación y aseguraron que la fumarola fue dedicada especialmente para su amor, la “mujer dormida”
José Andrés VelázquezEl volcán Popocatépetl no tiene manos para escribir un poema, pero eso no le impide sacar su lado más romántico. Esta semana captaron “al Popo” lanzando una fumarola en forma de corazón, hecho que no tardó en viralizarse en redes sociales.
La fotografía fue retomada por la cuenta de Webcams México en X, donde compartió una tan bella como curiosa imagen de la fumarola que por mera casualidad adoptó la forma de un corazón (su representación, no de uno real).
Esta imagen inevitablemente recordó la historia del legendario romance entre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl; dos amantes separados por la tragedia, pero destinados a convivir la eternidad juntos.
En diversos comentarios, usuarios señalaron que se trataba de una fumarola dedicada especialmente para su amada. Sabemos que científicamente esto no es preciso y que solamente se trata de una casualidad derivada del viento y otras condiciones, pero no está mal dejar volar a la imaginación de vez en cuando.
¿Cuál es la leyenda de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl?
La leyenda del Popocatépetl e Iztaccíhuatl es una de las más románticas y conocidas de México. Cuenta la historia de dos jóvenes enamorados, un guerrero y una princesa que se enamoraron, pero no consiguieron estar juntos.
Popocatépetl era un valiente guerrero que amaba profundamente a Iztaccíhuatl, una princesa de gran belleza. Antes de partir a la guerra, pidió la mano de la princesa, a lo que el padre de ella accedió, con la condición de que regresara con vida y victorioso.
Sin embargo, un rival de Popocatépetl, al enterarse del compromiso, decidió acabar con su felicidad. Fue así que optó por mentirle a Iztaccíhuatl diciéndole que su amado había muerto en batalla. La princesa, consumida por la tristeza, enfermó gravemente y falleció.
Luego de regresar victorioso, Popocatépetl encontró a su amada sin vida. Desconsolado, decidió llevar su cuerpo a la montaña más alta y velarlo eternamente. Al ver esta imagen, los dioses quedaron conmovidos por su amor, por lo que los convirtieron en dos grandes volcanes que perdurarían para toda la eternidad.