En el estado de Washington se aprobó una ley que permite que los cadáveres se conviertan en composta o abono para plantas en jardines o cultivos en general, modificando la máxima religiosa de “polvo eres y en polvo te convertirás”.
Sumados al entierro tradicional y la cremación, esta otra opción de utilizar o convertir los cuerpos de los muertos, solo espera el visto bueno y la firma del gobernador de dicha localidad estadounidense, Jay Inslee.
La iniciativa es promovida también por Katrina Spade, fundadora de la empresa Recompose en Seattle, quien señaló que este método permite convertir el cuerpo humano en un fértil abono en solo 30 días.
Dicha alternativa permite también la eliminación de algunas infecciones causantes de varias enfermedades, pero sigue siendo un método altamente caro con un costo de hasta 5 mil 500 dólares, más o menos un costo superior a los cien mil pesos mexicanos.
Sin duda esta alternativa sería ideal en países con sobre población de personas que mueren diariamente y que no disponen de espacios adecuados para la disposición de cadáveres, aunque el costo no lo haría tan rentable.
