El trío argentino-brasileño Pim Pau trae a México sus ritmos brasileños y juegos corporales para los pequeños

El trío argentino-brasileño ofrecerá un concierto mañana en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y el domingo presentará su libro Corazón de maíz en el CENART. Sus principales herramientas son la voz y el cuerpo para invitar a los niños a moverse, dicen en entrevista
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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Ritmos brasileños, juegos corporales y mucha creatividad son los componentes de Pim Pau, un proyecto argentino-brasileño de arte, música y educación para niños y adultos vinculados a la crianza.

La agrupación, creada en 2014 por tres artistas y docentes, vuelve a México para ofrecer un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, este sábado 29 de abril, a las 18:00 horas. Además, el domingo 30 presentarán su libro Corazón de maíz, como parte del Festival Revuelo trotamundos de Alas y Raíces, en el Centro Nacional de las Artes (CENART).

La agrupación, que tiene entre sus éxitos canciones como “La Mascota”, “Los opuestos” y “Toca el Tambor”, visitó México por primera vez el año pasado y ahora se presentará en el conocido recinto de Donceles como parte de la Segunda Fiesta de las Infancias y sus Derechos.

En este concierto los tres artistas estarán acompañados por su banda musical e interpretarán algunos de sus temas más solicitados por el público. Será “un show con mucho ritmo, es una fiesta porque tiene mucho movimiento, juegos corporales, ritmos clásicos; es para cantar y bailar en familia”, comenta a Reporte Índigo el músico y compositor Cassio Carvalho, cofundador de la agrupación.

Integrado por Carvalho, Eva Hernández y Lucho Milocco, el colectivo nació en 2014 cuando estos tres artistas se conocieron ejerciendo la docencia y coincidieron en la necesidad de crear contenidos artísticos y pedagógicos. Su primer material fue un video que lanzaron en YouTube y redes sociales en 2014, un “juego-canción coreográfico” titulado “La Mascota”, donde el trío hace uso de gestos y movimientos corporales para imitar a los animales. En esa propuesta, dice Carvalho, la idea es tomar como disfraz el propio cuerpo, ya que “con las manos y con los gestos puedes hacer y transformarte en cualquier cosa”.

La voz y el cuerpo como herramientas de expresión

Uno de los principios de este proyecto es utilizar los recursos visuales mínimos, no saturar de colores o estímulos sus escenografías y canciones, como se suele apreciar en la mayoría de los contenidos infantiles. Sus principales herramientas son la voz y el cuerpo, dice el músico: 

“La idea es acercar el quehacer creativo y lúdico de las infancias de manera más natural, inclusive para los adultos, para que una persona adulta no sienta que para relacionarse con su hijo necesite algo más que la voz y el cuerpo. Nuestras herramientas son la voz y el cuerpo para que los niños puedan activar su cuerpo, interactuar y llegar inclusive a docentes y maestros”
Cassio CarvalhoCofundador de la agrupación

Invitar a los niños a ejercitar su cuerpo, incluso a través de las pantallas, fue algo que estos músicos y pedagogos quisieron acentuar, principalmente durante y después de la pandemia por la COVID 19. “En el periodo de la pandemia la gente empezó a buscar materiales en las pantallas para poder moverse o activar a los niños, y eso fue algo que siempre nos inspiró en nuestros contenidos”, asegura Carvalho.

El músico y compositor de origen brasileño comparte que si bien la música de sus canciones y videos está fuertemente influenciada por los ritmos de su país de origen, también buscan incluir otras armonías y mostrar la riqueza del mestizaje que existe en Latinoamérica.

Toma nota

El libro Corazón de maíz, que Pim Pau presentará el domingo en el Centro Nacional de las Artes (CENART), es una publicación de tapa dura con ilustraciones de la mexicana Mariana Roldán, dedicado a la primera infancia. Está basado en una canción que la agrupación dedicó a las palomitas, para hablar del maíz como planta común y de gran importancia en Latinoamérica.

El libro, dice Cassio Carvalho, “inserta metáforas que se desprenden de la idea de transformación que propone el maíz cuando explota, que genera un sonido similar al sonido del corazón”.

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